Mi estimado Antonio, recibe un cordial saludo y te agradezco lo hagas extensivo a tu linda esposa, son un par de jóvenes que despiden por los poros afecto, alegría y amistad. Aún, recuerdo con mucho cariño la complicidad de la que fuiste sujeto, no sabes cuánta alegría me proporcionó ese pedazo de pastel para nuestra querida amiga. Ha sido uno de esos momentos que quedan grabados por siempre en nuestras vidas y tu estás dentro de ellos, estimado Antonio. Agradezco tus palabras de elogio, pero al César lo que es del César, nuestro amigo Juan es un Maestro Belenista a todo dar, presenta unos trabajos que hablan por si solos y cualquier aprendiz puede asimilarlo. Con respecto al Taller que ofrece Aguador, te juro que lo he pensado más de una vez, no tienes idea de cómo me encantaría estar allí con ustedes para aprender y absorber todas esas técnicas que serán protagonista de tan agradable encuentro. He visto tus fotos en los preparativos y me río de sus bromas, ha de ser un momento muy especial estar allí, con ese grupo de expertos y buenos amigos. No creo que ya pueda asistir, por los preparativos que debo hacer, pasajes, divisas, pero para el año que viene adelanto el viaje y te aseguro que compartiremos agradables momentos. Si cuando vaya, en fecha próxima, me da tiempo, los visito, además, recuerda, se acerca un Congreso que hay que ver.
Recibe un fuerte abrazo y mi más sincera demostración de amistad, te debo un gran favor.
Desde tierras lejanas un amigo de ese par de jóvenes.
Posdata: Saludos a Aguador y dile que me hubiese gustado estar con ustedes en ese día tan especial.