Hola Beatriz, siento no haberte contestado hasta hoy, púes muchas veces se me pasa entrar en este apartado de nuestros Belenes.
Sin duda como bien dices, pongo muchas de las fotografías de José Mari Rebé, pues sin duda le debo a él, gran parte del aprendizaje que he recibido del belenismo, así como en otras facetas artística y humanas. Otros hoy en día, tienen otros referentes en el mundo del belenismo, pero yo la persona que más he visto trabajar y del que más he podido aprender, y al que sigo más admirando es a él.
Muchas personas nos quejamos de la dificultad de montar uno o dos belenes cada año, y José Marí realizaba una exposición entera cada año el solito, con dos grandes dioramas y el resto de las escenas de la infancia de Jesús en dioramas pequeños. Todos ellos nuevos año tras año. Así nos ha dejado un buen legado, que conserva con mucho cariño Igone.
Como bien dices, solamente trabajaba en escayola.
Me preguntas por el colorido de los belenes y si las figuras son las que deben destacar. En primer lugar, estos belenes no son de José Mari Rebé. Si no se su mujer Igone. En cuanto a la pregunta, es un tema que salió a debate recientemente, en el foro. Mi respuesta a ella, contraria a Drake y otros foreros es la siguiente:
Como bien se dice, un belén puede ser solamente la figuras, sin escena, no en cambio a la inversa. Pero si nos remontamos al origen del belenismo, a San Francisco de Asís, este quiso celebrarla de manera particular, para ello invitó a un noble de la ciudad de Greccio, de nombre Juan, a festejar el nacimiento de Jesucristo en una loma rodeada de árboles y llena de cuevas de un terreno de su propiedad.
Pretendió que la celebración se asemejara lo más posible a la natividad de Jesús, y montó un pesebre con animales y heno, es decir el belén quiso montarlo en un medio, en un espacio lo más ambientado. Por lo que yo entiendo que un belén sin escena, un ambiente, no es un belén, son solamente figuras. Es como decir que un futbolista sin campo de futbol, es futbolista. Yo el belenismo lo entiendo como un todo que tienen que dialogar las figuras y escenario. Habrá belenes en las que las figuras desentonan más que la escena o podrá suceder en otras ocasiones a la inversa. El fin siempre será buscar una buena interralación de ambas.
Existen belenes de todo tipo, desde aquellos realizados por los niños, otros por expertos belenenistas y dioramistas, pero nunca se puede perder el objetivo y fin del belen, en todos los casos. Si es juzgable el colorido o no, me parece intranscendental. Siempre que cumpla con el mensaje. Y muchas veces se agradecen cosas alegres en el belenismo, como estos pequenos belenes de Igone, en otras muchas ocasiones se encuentran belenes realmente tétricos y serios. Yo soy más partidario de que el belén tiene que ser algo más alegre, ya que recordamos el nacimiento de Jesús y no su muerte.
José Mari Rebé fue de los pocos que mejor han trabajado la paleta del color en los belenes. Te dejo la siguiente dirección por si quieres ver parte de su obra. Y ver si integra bien o no las figuras con el entorno
http://belenes-rebe.blogspot.com.es/
Y finalmente has asociado a Rebé con la Asociación Belenista de Gipuzkoa, es cierto ello pero no en sus últimos años. Espero poner algún día una biografía bien elaborada junto con su obra para que se entienda bien.