A los coleccionistas de figuras, se nos llena la boca cuando hablamos de Castells, Carratalà o Daniel, entre otros, pero hay otros trabajos, en figura popular o de cacharreria, que tienen su gracia y calidad. Una clara muestra son las figuras que nos presenta Sereno, muy majas, y dentro de lo que es la figura popular, con unos acabados mejores que lo habitual.
Además hay otros valores muy importantes en este tipo de figuras tan humildes, aparte de su propia belleza, y es que son figuras que estaban al alcance de cualquier persona. Yo siempre me imagino las manos que han tocado las figuras de mi colección, la del pastor manoseado, sucio, manirroto; la de la lavandera con la cabeza pegada con pegamento imedio, etc... estas figuras nos hablan de una historia vivida por otras personas que las utilizaban, la adoraban, y de niños que jugaban con ellas, en definitiva, todas ellas tienen un libreto de una vida, vivida en mil manos, lástima que muchas figuras populares desaparezcan por su escaso valor económico o incluso estético, cada vez que se pierde una para siempre, perdemos un poco de la historia del belenismo y la tradicion popular.
Es buena cosa, que entre los coleccionistas reservemos un espacio en nuestras vitrinas para tan respetables figuras.