Por pintura diluída se entiende lo que tú has dicho: se disuelve en el diluyente que emplee esa pintura (en nuestro caso, como solemos emplear pinturas acrílicas, las diluímos con agua).
Esta técnica permite unificar colores distintos para que no se vean los saltos de un lado a otro (por ejemplo en una montañas en la que queramos resaltar vetas de distintos colores), o para pintar el interior de grietas o ranuras y que la pintura resbale en la superficie y se acumule en dichos huecos.
En relación a los colores que quieres emplear para pintar suelos o paredes: si lo que quieres imitar e la piedra granítica, tienes suficiente con el blanco y el negro (los distintos grises los puedes conseguir por mezcla de estos colores). Si quieres darle tonalidades de piedra caliza, ladrillos, adobes, etc tendrás que buscar más colores.