Para los que no lo han visto en directo pues decirle que lo siento porque se han perdido una maravilla. Un belén lleno de sentimientos y emociones a los que nos tiene muy mal acostumbrados Juan. Luz, color, composición, calor, ternura, las figuras,... todo en su sitio y con la delicadeza que le ha dado dios en esas manos. Es una satisfacción poder contemplar un trabajo así cada año. Un abrazo.