Curiosa historia con un buen final y un 'gran tesoro',

comparativa con figura de Castells para dar la escala e idea del tamaño(9cms.).

Hace poco que entró en la colección está pequeña huida a Egipto, no es la original como la de sereno, eso sí, mismo molde Carratalá, claro vía Toni Pruna gran amigo y discípulo de éste. Me ratifico en los calificativos citados, es una maravillosa y refinada figura que representa y aúna el gran hacer de otra saga no de sangre sino de proyección del Belenismo desde Masdéu, pasando por Prats, Carratalá(también hija) y en la actualidad hasta Pruna.

Completando la Virgen y el Niño originales de Carratalá con el San Jose vía Pruna.

A veces estos emparejamientos generan una especie de pátina temporal en la colección, como si por un instante se atravesara el espejo de Lewis Carroll…

Parece que existen dos versiones del nacimiento catalán de la serie de 15 cm: una, como la que nos muestras, con la Virgen recostada formando un conjunto con la cuna y el Niño suelto; y otra, en la que María aparece sentada con Jesús fijo pero independiente de ésta.

Fuente:

Lluís Carratalà

escultor noucentista de belenes

Enric Benavent Vallès

Fotografía de Jordi Montlló

Ciertamente, la serie clásica de Lluís Carratalà, especialmente la de 10 cm, posee una sencillez, una belleza límpida, directa, casi como si la idea hubiera pasado al barro sin que la mano del figuraire se interpusiera.

En un lote me llegaron, además de una Virgen y un San José, una viejecita muy típica. A la Sagrada Pareja la ubiqué en escenas como la Presentación ante los sabios o El Niño perdido, opciones perfectamente válidas. Sin embargo, según recoge Enric Benavent en su libro Lluís Carratalà, escultor noucentista de belenes , en realidad corresponde a la escena de Buscando posada.

Fuente imagen: Lluís Carratalà escultor noucentista de belenes. Fotografía de Jordi Montlló.

Así que, viniendo las tres figuras juntas y dejándome llevar por la imaginación de un buen amigo y forero, adopté a la viejecita como la versión femenina del posadero en dicha escena…una licencia belenística que, creo, le sienta de maravilla.