A veces por circunstancias de la vida dejas de lado cosas que jamás imaginaste que las abandonarías y por despecho, o porque la vida te ha dado algún que otro palo inesperado han quedado arrinconadas en un pequeño rinconcito de tu alma a la espera de que, en algún tiempo mejor, se despierten y de nuevo vuelvan a estar latentes allí, donde nunca debieron estar desbancadas. Lo importante es que resurjan y que seas capaz de hacer latir de nuevo ese amor y cariño hacia esas cosas olvidadas, hacia esa afición, hacia ese creer, hacia ese amor a Jesús, hacia la Navidad. Lo importante es nunca dejar de creer del todo en aquello en lo que una vez creíste o fuiste. Ánimo Max, porque después de tantos años has vuelto a dar luz y color a un Belén precioso y de alguna manera ha vuelto a revivir en tí el espíritu navideño perdido que llevabas dentro. Enhorabuena por ello y felices fiestas.