Pilar, es un belen encantador, de tal palo tal astilla, jajja, está bien transmitir las tradiciones a nuestros hijos, y así de generación en genaración nunca se perderá esta maravillosa afición nuestra que recogimos de nuestros padres, al menos ese fue mi comienzo, ayudando a mi padre a poner la nieve con harina en las montañas y mover todos los dias los REyes Magos, sencillos, sin luces pero con mucho amor.... !!que tiempos más felices"a él le debemos este bendito amor por el nacimiento, y que dure muchos años.
Un beso amiga.