Las alhulagas se utilizaron, fundamentalmente, para los hornos de pan. Otro uso era el de servir como vallas impenetrables a los ganados.
Arbusto propio de los terrenos incultos de algunas de nuestras islas, especialmente de los que están a poca distancia del mar.
Sus tallos, que se elevan a la altura de un codo, son rastreros, enmarañados en grupos, con ramas ahorquilladas, delgadas, rollizas, lisas, como junco menudo, leñosas, con una espina en cada gajo desde el punto en que brotan, todos de un verde blanquecino.
De los encuentros de las ramas recientes, nacen unas hojas lineares, angostas, largas de tres pulgadas, un poco dobladas, flexibles, y con dos horquillas, una más alta que otra, a manera de hierro de lanza. Estas hojas son de poca duración.
La planta que en Castilla se llama alhulaga, aliaga, tojo, hiniestra, espinosas, junco marino, argoma, y en Francia alhagu y tilgul, no es, según los botánicos, sino una especie de retama, pero las flores de estos géneros son amariposadas, y las de nuestra alhulaga, semiflosculosas. Estas brotan sobre los picos de las púas, y consta cada una de un cáliz, compuesto de cinco escamillas larguchas, lisas, verdosas, ribeteadas de blanco, y el cáliz está reforzado con otras tres o cuatro mucho más pequeñas al pie: bastante número de floroncitos encanutados por abajo, llanos por arriba, amarillos por dentro, un poco rojizos por fuera, son capilamentosos, de dos cornezuelos que salen fuera de la vaina, y semillas menudas coronadas de largos vilanos de pelos blancos.
De sus raíces pululan innumerables vástagos que se extienden por el terreno.
(Aulaga1.jpeg)Adjuntos
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