Hola Mara. Gracias por tus comentarios.
El laguito y el río están hechos sobre papel kraft (el papel marrón de embalar) que puse de base y sobre el que iría el serrín del belén. Aunque yo lo trabajé directamente en el sitio, aconsejo que el trabajo se haga aparte para evitar vertidos de barniz indeseables. El rio terminado se puede pegar o sujetar después al suelo del belén.
Dibujé el contorno del agua en el papel con un rotulador. Construí las orillas y la islita con el propio papel kraft empapado en cola blanca. Dejé secar e impregné bien con la propia cola el fondo y las orillas para que quedase todo lo más impermeable posible (a mí se me quedó algún poro y al desmontar el belén vi que se había filtrado barniz hasta la sábana que protegía el mueble soporte). Con la cola fresca, fuí poniendo chinitos de gravilla (la busqué por las obras del barrio) y rematé vertiendo un poco de arena gruesa entre las piedrecillas, por las orillas. Para fijar mejor, mojé las piedras y la arena con cola muy diluida y un pincel.
Una vez seco el conjunto, pinté el fondo con témperas de gamas de verdes, azules, marrones, ocres, negro y blanco, de forma que creé un degradado, oscureciendo mucho las partes que simularían las zonas más profundas y empleando tonos más claros hacia las orillas. Dí toques de color verdoso con laca de bombillas (ésta no es necesaria, basta con la témpera) y marrones a los pies de las piedrecillas y de la arena para simular un poco de "verdina". Como el tiempo se echaba encima, me ayudé con el secador de pelo para secar más rápido.
El barniz cerámico resalta el colorido y el efecto de profundidad. Huele muy fuerte, como a esmalte de uñas, hasta que seca. Dí un par de manos a todo lo que debiera estar mojado, dejando secar entre ellas. Lo suyo sería dar las manos necesarias para crear una capa gruesa pero una vez secas las dos primeras manos, me atreví a verter directamente y poco a poco el bote de barniz. Tal como quede, será ya el efecto final.
Cuidado ahora de que no caiga suciedad sobre la superficie hasta que seque del todo (creo que con 24 horas secándose fue suficiente) pero mientras menos se toque, menos posibilidades de dejar huellas o de que se quede pegada alguna pelusa, serrín, corcho... Un estornudo de mi chiquitilla Raquel, al mirar cómo estaba quedando el agua del belén, fué arrasador ¡je, je!
Una vez seco el barniz puse musgo natural (me crece espontáneo en los bonsais) y algo de musgo seco entra las piedras. Los juncos están hechos con una brocha de pintar comprada al efecto. La teñí con un tono verde (con témperas), la dejé secar, fuí cortando manojitos de pelos y los fui peguando por la orilla entre las piedras; para esto ayuda mucho disponer de una pistola de cola caliente.
La verdad es que fui improvisando mucho y casi me coje el toro.
Espero que te sirva.
Un saludo.
Juan Carlos.
Modificado por acnauj 10/10/2011 18:16