Fenomenal y maravilloso, pero sobre todo entrañable, pues al menos a mí me llevan a mi infancia, por cuantos detalles de antaño has puesto.
Mi enhorabuena más efusiva por tan gran trabajo, trabajo que nos acerca más si cabe, a la realidad del Dios que se hizo hombre y que en todas épocas nos nace, para seguir repartiendo la humildad que tu ambientación ha logrado recoger.
Un abrazo.