Eso es lo que he querido representar este año, una humilde cueva que tiene acceso a un piso superior y sin más calentor que el de una hoguera y el de los animales nació Jesús. Ante el bullicio del humilde pueblo de Belén, todos los que acuden se maravillan del brillo que sale de esa cueva y que proviene del cuerpo del Infante que está en el pesebre y que la joven María arropa mientras José admira la bella estampa.
Espero que os guste
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" Hoy en la ciudad de David os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor" (Salmo 95)