!Hola, hala qué vienen gitanas ¡. Villancico a 7 voces, atribuido inciertamente a Juan de Araujo, escrito para la "Natividad de Nuestro Señor, año de 1737".
"Zagalejo De Perlas". Música: Gaspar Fernández. Letra: Félix Lope de Vega.
"Zagalejo De Perlas". Lope de Vega
Zagalejo de perlas,
hijo del Alba,
¿dónde vais que bace frío
tan de mañana?
Como sois lucero
del alma mía,
al traer el día
nacéis primero;
pastor y cordero
sin choza y lana,
¿dónde vais que bace frío
tan de mañana?
Perlas en los ojos,
risa en la boca,
las almas provoca
a placer y enojos;
cabellitos rojos,
boca de grana,
¿dónde vais que bace frío
tan de mañana?
Que tenéis que hacer,
pastorcito santo,
madrugando tanto
lo dais a entender;
aunque vais a ver
disfrazado el alma,
¿dónde vais que bace frío
tan de mañana?
Villancico de Sor Juana Inés de la Cruz, (1651-1695).
Música de Manuel de Mesa y Carrizo, (1725-1773).
Para mi gusto, es de lo más lindo del trabajo que estoy haciendo.
Texto:
"Las flores y las estrellas"
Las flores y las estrellas,
tuvieron una cuestión.
¡Oh, qué discretas que son,
unas con voz de centellas,
otras con voces de olores!
¡Oigan las reñir, señores,
ya explicando sus querellas:
- ¡Aquí de las estrellas!
- ¡Aquí de las flores!
A las estrellas el Niño,
al instante que nació,
es constante que las honró
con sus ojos y su frente;
luego es claro y evidente
que éstas fueron las más bellas.
¡Aquí de las estrellas!
Qué flor en Jesús no fue
de las estrellas agravio,
desde el clavel de su labio
a la azucena del pie
Luego más claro se ve
que estas fueron las mejores,
¡Aquí de las flores!
En su nacer como Aurora,
no fueron las niñas bellas
de sus ojos dos estrellas
cuando llora y cuando ríe
Luego es presunción ahora
querer preferir aquellas.
¡Aquí de las estrellas!
Su fragancia peregrina
más propia la simboliza
el clavel que aromatiza
que la estrella que ilumina;
luego a ser clavel se inclina
disciplinado de amores.
¡Aquí de las flores¡
De Juan de Araujo el villancico "Si el amor se quedare dormido".
Juan de Araujo (Villafranca, España 1646 — Sucre, Bolivia, 1712) fue un músico y compositor del Barroco americano, período también conocido como música virreinal americana. Alrededor de 1670 fue nombrado maestro de capilla en la Catedral de Lima, posteriormente viaja a Panamá y probablemente a Guatemala. De vuelta en Perú, es contratado como maestro de capilla de la Catedral de Cuzco, y en 1680 de la Catedral de Sucre, donde permanece hasta su muerte.
De Diego José de Salazar el villancico "Salga el Torillo"
Diego José de Salazar, 1660 - 1709. Músico estepeño del siglo XVII, que fue maestro de capilla de la Catedral de Sevilla y su prolífica obra tuvo una gran acogida en México.
Juan Hidalgo, (1614- 1685). El villancico a los santos reyes magos "Monarcas generosos".
El presente villancico se conserva en una copia tardía en la Catedral Primada de Colombia en Santa Fe de Bogotá y ha sido publicado por Egberto Bermúdez.
Letra:
Monarcas generosos,
zagalejos pulidos,
vamos a ver al niño,
corriendo, volando, prestico,
que es mi rapaz un fuego,
aunque tirita al frío.
Mas detened los pasos.
¡Despacio, quedito, pasito!
No me le despertéis,
que está medio dormido.
Monarcas del oriente,
que os guía un resplandor
para buscar amor
apresuradamente.
Y le hallaréis con frío.
Monarcas y pastores,
buscad vuestro solaz,
veréis que es mi rapaz
el Dios de los amores.
Y veréis en su brío.
"Invitatorio - Maitines de Navidad". Autor anónimo.
Los maitines de Navidad de autor anónimo, se conoce un sólo ejemplar de la primera mitad del siglo XIX, sin indicación de lugar, fecha y copista. El libro contiene sólo siete Responsórios y un Invitatorio. (Lástima la calidad del audio).
"Qué Dulcemente que Canta". Villancico de José de Cascante, (1615 - 1702). Fue un compositor del barroco colombiano, representa el esplendor de la música barroca en Colombia.
Archivo de la Catedral Primada de Colombia, Santa Fe de Bogotá. Villancicos del Barroco en la América Colonial
"A la xácara, xacarilla", Villancico colonial de Juan Gutiérrez de Padilla, (1590 - 1664).
A la xácara, xacarilla, corresponde al segundo villancico de los Maitines de la Navidad de 1653, serie de maitines que quizá fué de lo mejor que produjo el compositor malagueño y hoy es lo más nterpretado de su obra.
Juan Gutiérrez de Padilla fué alumno y sucesor del famoso compositor portugués Gaspar Fernandes.
Murió en Puebla, México en 1664.
Letra:
A la xácara xacarilla,
de buen garbo y lindo porte,
traigo por plato de corte
siendo pastor de la villa
a la xácara xacarilla.
Xacarilla de novedad,
novedad de novedades
aunque a más de mil navidades
que alegra la navidad.
¡Vaya, vaya de xacarilla!,
que el altísimo se humilla,
¡vaya de xácara, vaya!
que amor pasa de raya,
¡vaya, vaya!
Agora que con la noche
se suspenden nuestras penas
y a pagar culpas ajenas
nace un bello Benjamín,
si el Rey me escuchara a mí
¡oh qué bien cantara yo!
Como ninguno canto
del niño más prodigioso.
Con licençia de lo hermoso
rayos desenvaina ardientes.
Escúchenme los valientes
esta verdadera historia
que al fin se canta la gloria
y a él la cantan al naçer.
General se vió el plaçer
que el velo a la tierra envía.
Que en los ojos de María
madrugaba un claro sol;
con celestial arrebol
mostró la aurora más pura
muchos siglos de hermosura
en pocos años de edad.
Si no sol, era deidad,
y el sol es quien la ha vestido.
¡Vaya, vaya!
¿Quién como ella le ha tenido,
quién como ella le tendrá?
Virgen y Madre será
de él que es sin principio y fin;
Serrana y más serafín
que serrana y que mujer
porque Dios quiere naçer
aperçibe su jornada.
La bella bien maridada,
de las más lindas que ví,
bien es que se diga aquí
de su esposo lo galante:
el más verdadero amante
y el más venturoso joven,
sin que los hielos la estorben
dentro de una Ave María.
Muerta de amores venía
la diosa de los amores;
salúdanla ruiseñores
y por madre de la vida
la daban la bienvenida
perla a perla y flor a flor.
A un portal los llevó amor,
y en la noche más helada.
¡Vaya, vaya!
Miran de sierra nevada
altos y encumbrados riscos.
En los grandes obeliscos
ya no hay piedra sobre piedra.
Escollo armado de hiedra,
yo te conoçí edifiçio.
Ya se miran por resquiçio
las glorias a manos llenas.
En un retrete que apenas
se divisan las paredes,
está para haçer merçedes,
que en su primer arrebol
dividido se vió el sol
en breve espaçio de çielo.
Su gloria puso en suelo
con la voluntad más viva.
Quien liberta descautiva,
quien roba la voluntad,
la Noche de Navidad
la tierra vió su alegría.
Al pie de una peña fría,
que es madre de perlas ya,
tierno sol mostrando está
opuesto al hielo y al aire.
¡Vaya, vaya!
Valentía en el donaire
y donaire en el mirar,
para empezar a pagar
de un criado obligaciones.
Bañando está las prisiones
con lágrimas que derrama.
Tiene de campo la cama,
del hielo puesto al rigor.
¡Ay verdades, que en amor
siempre fuisteis desgraçiadas
las promesas confirmadas!
El más tosco más se afila,
y a la gaita baila Gila
que tocaba Antón Pascual.
Dejémosle en el portal
con prinçipios de romançes.
Y pues no ha de haber más lançes
y mi xacarilla vuela,
acabóse y acabéla
que era de vidrio y quebréla.
Acabéla y acabóse,
que estaba al hielo y quebróse.
Acabóse y acabéla,
que estaba al hielo y quebréla.
¡Vaya, vaya de xacara, vaya!,
que amor pasa de raya
¡Vaya, vaya!
"El Cántico de Simeón" Obra musical colonial de Francisco López y Capillas.
Francisco López y Capillas. No se conoce un dato preciso de cuándo nació, pero fue aproximadamente entre 1606 y 1608. Obtuvo grado de Bachiller en Teología en la Real y Pontificia Universidad de México.
En 1641 obtuvo el importante puesto de organista de la Catedral de Puebla, además del órgano, tocaba el bajón (instrumento parecido al fagot), y renunció a su puesto en 1648. En el año de 1654, fue nombrado maestro de capilla y organista de la Catedral de México, puesto que conservó hasta su muerte en 1674.
Se ha perdido una buena parte de su música, pero se conservan ocho misas, varios magnificats, himnos, motetes y algunas otras obras, escribió villancicos en honor de la Virgen de Guadalupe, se supone que fue el primero en hacerlo, aunque sólo ha aparecido la letra de ellos. La música de López y Capillas que se ha encontrado está en diversos libros de coro, algunos de la Catedral de México (incluyendo uno que ahora está en el Museo Nacional del Virreinato, en Tepotzotlán), en el Códice del convento del Carmen (de San Ángel, en la Ciudad de México) y en otro libro de coro que se encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid.
Lumen Ad Revelationem Gentium,
Nunc dimittis servum tuum, Domine,
Secundum verbum tuum in pace:
Quia viderunt oculi mei salutare tuum
Quod parasti ante faciem omnium populorum:
Lumen ad revelationem gentium, et gloriam plebis tuae Israel.