Precioso entorno... me gusta la simbología de la ruina para el pesebre. Hay una carga simbólica muy fuerte: allá donde está caído, allá donde no surge nada nuevo, allá donde nadie se acerca, allá donde el miedo se alberga entre el silencio y la soledad, allá donde nadie transita, allá donde la historia ha quedado encerrada en el instante del pasado... allá nace Dios... Enhorabuena...
(No se donde te habrás inspirado, pero al pronto me ha recordado a una de las escenas de la película Ben-Hur cuando Judá vuelve a la que fue su casa, y estaba en ruinas, en el patio de su hogar, donde fluía la vida, creo que es donde se encuentra con la lepra y la muerte...)