Soy Carlos el hermano de Brujita.
Para ORIENTE.
Quizás mi anterior argumentación te pueda parecer superficial, aún me falta mucho por aprender, si te refieres a la relación de Jesús Nazareno con Nazaret, sólo he pretendido explicar mi argumentación, a la consulta hecha por M. López, en cuanto a que mis conclusiones están fuera del “sentir” de la Iglesia, te diré que las he sacado como ya mencioné anteriormente, de la Biblia de Jerusalén, con permiso de la Conferencia Episcopal Española, (de la Iglesia Católica) y del Papa Juan XXIII, todos ellos supongo con un sentir “dentro” de la Iglesia, quizás sea yo quien no he sabido interpretar bien el mensaje de la Iglesia.
En cuanto a tu explicación de las citas de los evangelios de la resurrección de Cristo, aunque en mis palabras pueda parecer lo contrario, yo también me uno a los aprox. mil millones de cristianos de todo el mundo, que creen que Cristo resucitó, para mí también Cristo resucitó, porque también creo que fue así, (o tuvo que ser así), y aunque Jesús no hubiese padecido la crucifixión, ni la muerte, ni la resurrección, para mí seguiría siendo Jesucristo, el Mesías Cristiano.
Resumo aquí unas frases de una página web católica que habla sobre la autenticidad de los evangelios.
Comienza la página preguntándose, ¿Son auténticos los evangelios?.
Y continua: Un libro histórico,(como son los evangelios),merece credibilidad cuando reúne tres condiciones básicas: será auténtico, verídico e integro. Es decir, cuando el libro fue escrito en la época y por el autor que se atribuye,(autenticidad),cuando el autor del libro conoció los sucesos que se refiere y no quiere engañar a los lectores,(veracidad) y por último, cuando ha llegado hasta nosotros sin alteración sustancial,(integridad).
Por tanto, (dice la página web), los evangelios son auténticos, en primer lugar, porque sólo un autor contemporáneo a Jesucristo o discípulo inmediato suyo pudo escribirlos.
Respeto a la integridad de los evangelios, nos encontramos ante una situación privilegiada, pues desde los primeros tiempos los cristianos hicieron numerosas copias en griego y en latín, para el culto litúrgico y la lectura y meditación de las Escrituras
Respecto a la veracidad de los evangelios, podrían señalarse multitud de razones, Pascal refiriéndose al testimonio que dieron con su vida los primeros cristianos señala un argumento muy sencillo y convincente.
“Creo con más facilidad las historias cuyos testigos se dejan martirizar en comprobación de su testimonio. Haber llegado a la muerte por ser fieles a las enseñanzas de los evangelios otorga a esas personas una fuerte garantía de veracidad”.
A estas afirmaciones tengo que responder de forma contundente.
1)-La autenticidad de un documento o escrito, no se prueba porque lo escribiera un autor contemporáneo a Jesús o uno de sus discípulos, porque el autor pudo modificar los hechos según su conveniencia, porque pudo también escribir lo que creyó ver, o lo que desde su punto de vista para el autor era un hecho inexplicable, o también pudo escribir lo que otros le dijeron y creyó como cierto.
Para que un documento sea considerado como auténtico, se deben dar varias premisas:
-Que lo que esté escrito sea cierto y comprobado con pruebas irrefutables y al menos dos testigos, (Mat 26, 60, Hebreos 10).
-Que el documento, y todos los elementos que lo componen, (papel, piel, pergamino, tinta, pruebas analíticas, etc.…), demuestren sin ninguna duda que el documento es original.
-Que las firmas de los autores sean auténticas, comprobadas con otras firmas de otros documentos del mismo autor.
Por tanto, bajo estas premisas, se podría decir que los evangelios son “no-auténticos”.
2)-Un documento no es más integro porque de él se hagan muchas copias, se denomina integro a aquello a lo que no le falta ninguna de sus partes, (aún están apareciendo fragmentos de varios evangelios),también es integro/a aquella persona o documento que es recto en su actuación,(existen muchos escritos de los evangelios y muy diferentes),no confundamos rectitud con “ortodoxia radical”.
3)-Los evangelios no son más veraces cuantos más testigos tengan de su fe, un testimonio no es más verdadero cuanto más gente crea en “su verdad”.
En cuanto a tu “parrafito”,(así lo llamas tú),como podrás comprender, (con todo respeto), permíteme que discrepe en varias cosas:
Todos los pasajes que me indicas corresponden a los evangelios o a liturgias cristianas, como es natural éstos escritos y liturgias intentan probar los argumentos de su,(nuestra) fe, al igual que cualquier militante de cualquier partido político defendería a sus líderes, me gustaría encontrar esas mismas afirmaciones en escritos no-cristianos contemporáneos a Jesús para poder comparar.
Puesto que me has presentado esas pruebas y para no salirme del “sentir” de la Iglesia, quisiera matizarlas:
-Donde dices:, “La Resurrección de Jesús es la verdad culminante de nuestra fe en Cristo, creída y vivida por la primera comunidad cristiana como verdad central, transmitida como fundamental por la Tradición, establecida por los documentos del Nuevo Testamento…”.
Es cierto que es nuestra verdad culminante, “creída” y “vivida”, pero no demostrada con pruebas determinantes.
-Donde dices: “El ministerio de la Resurrección de Cristo es un acontecimiento real que tuvo manifestaciones históricas comprobadas como lo atestigua el nuevo Testamento…”.
El misterio de la Resurrección física de Cristo es un acontecimiento que no se puede probar científicamente, por tanto, no puede decirse que es del todo “real”, y no está comprobado ni científica ni históricamente.
-Donde dices: “En el marco de los acontecimientos de Pascua, el primer elemento que se encuentra es el sepulcro vacío. No es en sí una prueba directa…a pesar de eso el descubrimiento por los discípulos fue el primer paso para el reconocimiento del hecho de la Resurrección…que la ausencia del cuerpo de Jesús no pudo ser obra humana..”.
El sepulcro vacío no demuestra nada, que los discípulos también lo vieran vacio ,tampoco demuestra nada, y la ausencia del cuerpo de Jesús se pudo deber a otras razones que no fuesen el que robasen su cuerpo o que hubiera resucitado físicamente.
-Donde dices: “María Magdalena y las santas mujeres que venían a embalsamar el cuerpo de Jesús, enterrado a toda prisa en la tarde del Viernes Santo por la llegada del Sábado…”.
Nunca, ni en la religión judía, ni en ninguna otra se embalsama a los muertos después de enterrarlos, el cadáver, una vez que se hacían los actos fúnebres,(limpieza del cuerpo, y cubierto con aceites, embalsamamiento según los judíos, no confundir con la forma de embalsamar de los egipcios),se le ponía en la tumba y se cerraba dicha tumba, no se abría posteriormente para embalsamar los cadáveres.
Según como lo narran los evangelios parece que dejaron a Jesús en una tumba,(o algo parecido),de prisa y corriendo para amortajarle el día siguiente, ¿Realmente lo enterraron o lo escondieron?, ¿realmente estaba muerto?, porque los litros de aloe que llevaron las mujeres a la tumba, se usaba especialmente para curar heridas, ¡si estaba muerto no necesitaban curar sus heridas!, lo más lógico hubiese sido que llevasen mirra que entre otras cosas servía para conservar cadáveres,(también servía como anestésico).Parece que se necesitaba rápidamente “aceites” y parece que no era para embalsamar el cuerpo.
No hablaré sobre la “Sábana Santa”, solo decir que de ser auténtica tiene restos de sangre, “post-mortem” y un cadáver no sangra.
-Donde dices: “Fueron las primeras en encontrar al Resucitado, así las mujeres fueron las primeras mensajeras de la Resurrección de Cristo…Pedro llamado a confirmar la fe en sus hermanos ve por tanto al Resucitado…”.
Las mujeres (según los evangelios), fueron las primeras en ver a Jesús vivo, lo de creer que había resucitado es una deducción de dichas mujeres y de los Apóstoles, lo de Pedro lo contestaré a continuación.
-Donde dices: “Todo lo que sucedió en éstas jornadas pascuales compromete a cada uno de los Apóstoles-y a Pedro en particular-en la construcción de la era nueva que comenzó en la mañana de Pascua.
Referente a Pedro, quisiera recordar un dato sobre el llamado “evangelio de Pedro”.
Cuando apareció en el siglo II el “evangelio de Pedro” y se difundió por algunas iglesias de Asia Menor, el Obispo Serapión,(citado por Eusebio, Hist. Excl. VI 12,2-6), que fue el primero en denunciarlo, no trató de probar que dicho evangelio de procedía del Apóstol Pedro,(que hubiese sido lo más lógico),sino que demostró el desacuerdo entre tal evangelio y la regla de la fe. La fe recibida de los Apóstoles sostenía que Jesús había sufrido tal y como lo habían anunciado los textos del profeta Isaías, lo que habían señalado por el mismo Jesús a los Doce.
En cambio, si bien el “evangelio de Pedro” reproducía palabras de Jesús copiadas,( o similares),a la mayoría de las veces de los evangelios reconocidos, en su contenido afirmaba que el Hijo de Dios no había resucitado.
Veamos un extracto de dicho “evangelio”.
“Evangelio de Pedro”,(fragmento de Akmin).
Prodigios que en el sepulcro ocurrieron.
“X5. Y apenas los soldados refirieron lo que habían presenciado,(X2, que dos hombres “resplandecientes” se acercaban al sepulcro de noche),de nuevo vieron salir de la tumba a tres hombres y a dos de ellos sostenerle a uno y a una cruz seguirlos..”.
¿Los dos hombres que “sostuvieron a uno”, pudieron ser José de Arimatea y Nicodemo?, nunca lo sabremos.
El propio Eusebio de Cesarea,(339 d de C.),dice que: En lo que se refiere a los llamados Hechos suyos,( de Pedro),al evangelio que lleva su nombre y a lo que su predicación y su Apocalipsis, sabemos que no han sido de manera alguna incluidos por la tradición entre los católicos,(libros canónicos),pues ningún escritor eclesiástico antiguo o contemporáneo se sirvió de testimonios procedentes de tales obras,(Hist Eccl III 3,2).
“Por otra parte, el estilo desdice de las maneras apostólicas, además, las sentencias y principios del contenido en total desacuerdo con la verdadera ortodoxia, demuestran claramente que se trata, en efecto de teorías inventadas por herejes. Por que tales obras no deben ser catalogadas siquiera entre las apócrifas, sino rechazadas por absurdas e irreverentes”, (Hist Eccl.III 25,6-7).
Sólo porque se aparta de las maneras apostólicas, de la “ortodoxia cristiana”,(que es como decir que se aparta del “sentir” de la Iglesia),se consideró,( y se considera), al evangelio de Pedro, inventado por herejes, ni siquiera se molestaron en comprobar su autenticidad, lo rechazaron de plano, alegando que era una obra “absurda” e “irreverente”.
¡Así ha funcionado la Iglesia desde sus comienzos!, ¡ya existía la censura en aquellos tiempos!.
Precisamente los nazarenos,(judíos que veneraban a Cristo como hombre justo), se servían del evangelio de Pedro,(Haeret fabularum,comp II 2).
-Donde dices: “Pablo habla claramente de más de quinientas personas a las que se apareció Jesús en una sola vez, además de Santiago y de otros Apóstoles,( I Cor 15,4-8).
Parece que Pablo fue testigo de esas apariciones y por tanto de la “resurrección física de Jesús”, y no fue así, pongo los versículos literalmente para entender el significado.
“Porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado y que resucitó al tercer día según las Escrituras, que se apareció a Cefas,(Pedro),y después a los Doce, después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez…luego se apareció a Santiago más tarde a todos los Apóstoles…”(I Cor 15,3-8).
Pablo transmite lo que le dijeron, en ningún momento fue testigo de la resurrección física de Cristo.
-Donde dices: “Por esto la hipótesis según la cual la resurrección habría sido un producto de la fe,(o de la credulidad), de los apóstoles, no tiene consistencia. Muy al contrario, su fe en la Resurrección nació-bajo la acción de la gracia divina-de la experiencia directa de la realidad de Jesús resucitado”.
Para mí, los discípulos y seguidores de Jesús dijeron la verdad, ellos no mintieron, vieron a Jesús “morir” en la cruz, lo vieron enterrar, vieron la tumba vacía, y después vieron a Jesús vivo, que se presentó a las mujeres y a los Apóstoles, y para ellos Jesús había resucitado, y así fueron testigos de su fe, y murieron por ello, de ahí la palabra mártir,(del griego “marty”=testigo).
Creo que para entrar en el Nuevo Testamento es necesaria una experiencia de fe, con ella se lo comprende y se lo juzga, cuando la historia y la crítica nos obliga a abordar dificultades o dudas. Y es con fe como se debe hacer esa lectura, aunque cada uno juzga a partir de su propia experiencia.
Lo que me ocurre es que en ocasiones me aflora desde el subconsciente mi “pragmatismo existencial” y es en base a ese “pragmatismo”, desde donde me planteo dudas sobre los evangelios,(y sobre cualquier cosa de la vida), ¡así se avanza!.
Es en ese punto donde separo mi fe de los “hechos probados”, según los evangelios. Admiro tu rotundidad cuando dices que “su fe,(la de los apóstoles),en la resurrección nació de la experiencia directa de la realidad de Jesús resucitado”.
Puesto que según los evangelios hubo cientos de personas que creyeron en la Resurrección de Cristo, y sabemos que para resucitar, antes se debe haber muerto, ¿Cuántas personas pudieron certificar (sin temor a equivocarse), la muerte de Jesús?, veamos lo que nos dicen los evangelios en este punto.
El evangelio de Mateo.
“ Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que se había hecho también discípulo de Jesús. Se presentó a Pilatos y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato, dio orden en que se le entregase, José tomó el cuerpo lo envolvió en juna sábana limpia y lo puso en un sepulcro nuevo…(Mat 27,57,60).
El evangelio de Marcos.
“Y ya al atardecer, como era la Preparación, es decir la víspera del sábado, vino José de Arimatea, miembro respetable del Consejo, que esperaba también el reino de Dios, y tuvo la valentía de entrar donde Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús. Se extraño Pilato de que ya estuviera muerto, y llamando al centurión le preguntó si había muerto hacía tiempo,(es decir si había muerto ya),informado por el centurión concedió el cuerpo a José, quien comprando una sábana lo descolgó de la cruz, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro que estaba escavado en la roca…”(Marc 15,42-46).
Evangelio de Lucas.
“ Había un hombre llamado José, miembro del Consejo, hombre bueno y justo que no había asentido al Consejo y proceder de los demás. Era de Arimatea, ciudad de Judea, y esperaba el reino de Dios. Se presentó a Pilato, le pidió el cuerpo de Jesús, y después de descolgarlo lo envolvió en una sábana y le puso en un sepulcro excavado en la roca…”.(Luc. 23,50-53).
Evangelio de Juan.
“Después de esto, (de la lanzada),José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto, por miedo a los judíos, pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se lo concedió. Fueron pues y retiraron el cuerpo…”.(Juan 19,38-39).
En los evangelios de Mateo, Lucas y Juan, no se demuestra que Jesús hubiese muerto,(aunque para los testigos presenciales de la crucifixión, Jesús “expiró”),en algunas traducciones de la Biblia católica, se cambia la frase, en vez de poner “retiraron el cuerpo”, pone “retiraron el cadáver”, dando por hecho que Jesús había muerto en la cruz.
Sólo en el evangelio de Marcos ,Pilato, se extraño que “ ya hubiese muerto”,(que hubiese muerto tan rápido),porque a pesar de los latigazos, la muerte en la cruz era una muerte lenta, que podía durar varios días, el quebrar las piernas a los crucificados era un acto de “piedad”, para acortar su agonía,(a Jesús no le quebraron las piernas, porque “le hallaron muerto”,(Juan 19,33-34).
No estarían muy seguros de su muerte cuando le atravesaron con una lanza de la que salió sangre y agua, ¡un cuerpo muerto no sangra!.
Solo en el evangelio de Marcos, Pilato,(una vez informado `por el centurión),concedió el cuerpo de Jesús. ¡La única persona,(que se supone porque tampoco se confirma),que “certificó”, la muerte de Jesús ante Pilato, ¡fue un centurión romano!.
Nunca sabremos que dijo el centurión,(si dijo algo),y como pudo demostrar que Jesús estaba muerto,(quizás si en aquel momento hubiese estado un médico forense actual, hubiese podido “confirmar” con más certeza su muerte, o no).
No procede explicar aquí, las precipitaciones que tuvieron para enterrar el cuerpo de Jesús porque se aproximaba la Pascua, ni la legislación romana ni la judía de aquel tiempo,(en el judaísmo se requería al menos dos o más testigos para corroborar una prueba,(Mat 26,60,Heb 10,28) y aquí ni tan siquiera tenemos la seguridad de tener al menos un testigo,(el centurión),que “certifique” su muerte ante la autoridad.
Para más detalle, en el “evangelio de Pedro”, dice:
“Empero José, el amigo de Pilatos y del Señor, permaneció allí. Y sabiendo que se le iba a crucificar, fue a Pilatos y le pidió el cuerpo del Señor para sepultarlo.
Y Pilatos envió a pedir a Herodes,(Antipas), el cuerpo del Señor.
Mas Herodes dijo: Hermano Pilatos, aún cuando nadie lo pidiese, nosotros lo sepultaríamos, sin esperar a que despunte el días del sábado, porque escrito está en la Ley que no se ocultará el sol sobre un hombre puesto en suplicio mortal….”.
En éste evangelio fue Pilatos el que pidió el cuerpo de Jesús, aunque de todas maneras se le iba a desclavar estuviese vivo o no porque, “no se ocultará el sol sobre un hombre puesto en suplicio mortal”.
No existe ninguna prueba física definitiva que demuestre que Jesús hubiese muerto en la cruz, y la tumba vacía y el que estuviese vivo “al tercer día” no prueba que hubiese resucitado, aunque así lo hubiesen creído sus seguidores y diesen la vida por ello.
“Este Jesús a quien Dios ha resucitado, de lo que todos nosotros somos testigos”.(Hechos 2,32).
Fueron testigos de lo que creyeron que pasó, no de lo que pudo pasar realmente, porque el relato de un acontecimiento no debe confundirse con el acontecimiento mismo.
La vida resucitada de Jesús se presenta en el Nuevo Testamento como transformación en una nueva vida corporal, su resurrección fue un acontecimiento escatológico más que histórico, y no fue un elemento observable, de ahí que el evangelio de Marcos termine en 16,8, sin ningún relato del acto de la resurrección y sin apariciones de Jesús resucitado.
Esto parece una explicación que Marcos ofrece para dar razón del hecho de que el relato de la tumba vacía no se conociera de forma generalizada,(no forma parte del kerigma más antiguo).
A partir de Marcos 16,8 hasta Marcos 16,20, forma parte de lo que se llama “escrituras inspiradas”, aunque considerado como canónico, se pone en duda que pertenezca a la misma redacción del evangelio de Marcos, el final actual es conocido desde el siglo II por Taciano y San Irineo, parece que fue redactado por la “primera o segunda generación cristiana”.
Pablo predica a un “Cristo crucificado”,( I Cor 1,23),y una resurrección espiritual. “Se siembra en corrupción y se resucita en incorrupción. Se siembra en vileza y se resucita en gloria. Se siembra en flaqueza y se resucita en fuerza. Se siembra cuerpo animal y se resucita cuerpo espiritual…”.( 1 Cor 15,42-44).
El carácter salvífico de la muerte de Cristo forma parte de la proclamación evangélica anterior a Pablo.
Los evangelios de hecho, desarrollan un segundo tipo de apologética de la resurrección, la tumba estaba vacía por la mañana de Pascua. Una opinión sostenida por muchos es que estos relatos de los evangelios son tardíos y tienen como finalidad apoyar la fe existente, basada en los testigos de las apariciones.
Lucas hace hincapié en la continuidad de identidad entre el Jesús resucitado y el Jesús del Ministerio Público. Su “carne y huesos renovados”,(Luc 24,39),expresan la convicción teológica del valor permanente del cuerpo humano y de todas sus experiencias. Para los discípulos, entonces y ahora, los relatos de la resurrección de Jesús se han de entender como la proclamación cristiana que garantiza la victoria de la cruz. Por si mismo, la crucifixión,(un acontecimiento histórico que se produjo bajo el poder de Poncio Pilato),no es un acontecimiento salvífico. Sólo se convierte en tal cuando es predicado y creído y la resurrección es una invitación a contemplar en la fe el significado triunfante de la cruz y a experimentar su poder liberador.
Mateo y Marcos sitúan las apariciones de Jesús resucitado en Galilea, “de los Gentiles”,(Is 9,1), donde tuvo lugar la mayor parte del ministerio de Jesús, para Lucas-Hechos, las apariciones tuvieron lugar en Jerusalén como el lugar de la Revelación, Lucas que escribía a los gentiles, se preocupaba de recordarles que la salvación es de los judíos en primer lugar.
Sin embargo, desde el punto de vista de la filosofía existencialista, es incapaz de explicar satisfactoriamente la nueva fuerza que se apoderó de los discípulos. Los “nacimientos a una nueva vida”, no fueron lo que significó realmente la resurrección de Cristo, eso son implicaciones o consecuencias de la fe en la resurrección, que llegaron a sostener, no varios individuos, sino diversos grupos,( I Cor 15,3-8).
En resumen, para mí, lo que importa no es que si Jesús resucitó en carne y hueso como “factum historicum”, sino que Él es el Cristo, el hijo de Dios vivo.
Para IÑIGOMENA.
Gracias por la referencia del libro, intentaré conseguirlo.
La “fuente Q”.
Dependiendo las teorías, la fuente Q, puede ser el evangelio de Marcos, o no, después de leer todas las teorías sobre la fuente Q, mi opinión personal es que es una fuente distinta de Marcos,(pero es mi opinión solamente),paso a detallar todas las teorías que he encontrado sobre la fuente Q,(incluida la que me facilitas en el post),no es que unas sea más importantes que las otras, sólo es para enumerarlas.
1ª TEORÍA. Fuente Q La cuestión sinóptica,(enciclopedia Wikipedia)
La tradición cristiana había establecido que el evangelio más antiguo era el de Mateo. Se había llegado a afirmar que el de Marcos era un resumen de los evangelios de Mateo y Lucas. Sin embargo, Weisse y Wilke, de modo independiente, en 1838 concluyen que el evangelio de Marcos no es un resumen de Mateo y Lucas, sino que es anterior a ellos y les sirve de fuente. Además, Weisse estableció la teoría de que existía una fuente común a Mateo y Lucas. Johannes Weiss, en 1890, denominó con la letra Q a esta fuente (de Quelle que significa fuente en alemán). Surge así la hipótesis de las dos fuentes:
La Fuente Q
El Evangelio según san Marcos
La teoría de las dos fuentes fue analizada y sistematizada por Heinrich Julius Holtzmann.
También denominada colección de los dichos de Jesús, o logia (en griego, dichos).
Se considera que es una tradición, oral o escrita, ampliamente difundida en el mundo cristiano de la primera mitad del siglo I, y que sirvió de base para la confección de los evangelios sinópticos, y también para la de algunos apócrifos.
Haciendo un profundo estudio de armonización de los evangelios canónicos, se puede hacer una hipótesis muy posible del orden de composición de los evangelios:
Año 50: Mateo escribe los "logia", es decir los dichos de Jesús. Esto es aseverado por Papías (130 DC). Esta sería la que se llama "Fuente Q": el primer evangelio.
Año 55: Mateo introduce a los "logia", todas las vivencias; es su primer evangelio en arameo, sin la parte de la infancia.
Año 62: Marcos escribe su evangelio en griego, por pedido de la comunidad romana, quien sabía que Marcos era el traductor de Pedro y lo había oído predicar numerosas veces.
Año 63: Lucas, discípulo de Pablo, escribe su evangelio en griego.
Año 64: Mateo traduce su evangelio al griego, incorporando la parte de la infancia y la genealogía de Jesús.
Año 90: Juan escribe su evangelio en griego.
Ha tenido también una gran importancia en el movimiento de Búsqueda del Jesús histórico, ya que se supone que esta tradición se formó entre el año en que murió Jesús de Nazaret (hacia el año 36) y la formación de los evangelios de Mateo y Lucas, hacia el año 80. Esto sitúa la confección de los dichos de Jesús en un periodo de tiempo más próximo al personaje que estos dos evangelios.
2ª TEORÍA. Segunda Teoría “de las dos fuentes”.
Según esta teoría, Marcos es el más antiguo de los evangelios canónicos, y forma base de los otros dos sinópticos, Mateo y Lucas. Pero estos utilizaron, además otra fuente escrita, la llamada fuente Q, de los logia o discursos..Esta fuente sólo es supuesta y contenía exclusivamente “palabras del Señor”,(discursos, sentencias, parábolas, etc..).Así pues, es de Marcos y de Q de donde Mateo y Lucas toman la masa principal de su materia. Cada uno de ellos por su parte, se sirvió además de fuentes especiales, escritos distintos y tradiciones orales.
Mateo y Lucas tienen 235 versículos comunes que faltan en Marcos, casi exclusivamente en materia de discursos. Para interpretar este hecho, la “teoría de las dos fuentes”, afirma que Mateo y Lucas aparte de Marcos bebieron de otra fuente escrita que contenía principalmente materia discursiva. Hay que destacar las otras dos posibilidades, a saber: que uno de los dos evangelistas haya utilizado como fuente al otro o que los dos hayan tomado de la tradición oral.
Como la fuente común en Mateo y Lucas no se han conservado, se ha intentado sin demasiado éxito su reconstrucción,(natural, cada uno tiene materia propia y a veces la común presenta tales divergencias que puede dudarse si procede de una misma fuente escrita),en los valedores de la “teoría de las dos fuentes”, están de acuerdo en que la fuente común de Mateo y Lucas no era un evangelio al estilo de Marcos, sino una colección de sentencias con cierto orden en la exposición de la materia y el esbozo de un orden cronológico.
En general se supone que Mateo ha conservado más fielmente el tenor verbal de Q y Lucas el orden de los fragmentos.
No hay acuerdo si Marcos es anterior o posterior a Q. Tampoco se puede responder a si la materia de cada uno procede de la tradición oral o de otras fuentes escritas. Nadie descarta sin embargo, que parte de esa materia propia proceda igualmente de Q, pues no es presumible que los dos evangelistas tomaran toda la materia de Q.
En cuanto al autor de Q, la antigua tradición cristiana atribuye unánimemente el primer evangelio al Apóstol Mateo, que lo escribió en arameo. Papías,(siglo II),atribuye a San Mateo una colección de Logia en arameo, pronto traducida al griego. Algunos identifican a esta como la fuente Q de Mateo y Lucas, pero no pudo servir de modelo en lengua aramea, pues no se explicarían las fuentes coincidentes de texto en ambos.
El profesor Mack considera que la fuente Q, además de ser muy anterior a los cuatro evangelios canónicos, fue escrita en tres fases, la primera de las cuales estuvo muy próxima a lo que Jesús decía a sus discípulos.
Para el profesor James Morrison, de California que dirige el llamado “Proyecto Q”, en el que participan unos treinta especialistas internacionales, el supuesto texto común pudo salir de la mano de determinados seguidores de Jesús que permanecieron en Galilea en lugar de trasladarse a Jerusalén como hizo la mayoría de los cristianos.
3ª TEORÍA. El evangelio de Tomás y la fuente Q.
La obra encontrada en el códice II de Nag Hammadi conocida como “el evangelio de Tomás”, es paralela y similar en estilo a Q, pero no a los evangelios canónicos y que sirvió de fuente a Mateo y Lucas, por otro lado se viene manejando la idea de que es probable que haya existido lo que se llama un “protoevangelio” arameo de Mateo y que sirvió de base para el Mateo griego y que no necesariamente tiene que ser la fuente Q.
4ª TEORÍA. Fuente común entre el evangelio de Tomás y la fuente Q.
Existe la hipótesis de que Q se formó en tres extractos sucesivos, (denominados respectivamente Q1,Q2 y Q3),de los cuales el material apocalíptico corresponde a los dos últimos. Estudios bíblicos han identificado 37 dichos de Jesús que coinciden en su reconstrucción de Q y en el evangelio de Tomás, de los cuales todos corresponderían a los extractos primero y segundo de Q,(los más antiguos).
Según esta hipótesis, el autor del evangelio de Tomás no conoció,(o apenas conoció),Q3,pues no incorporó este material a su escrito. Dado que Q1 y Q2 serían anteriores a los cuatro evangelios canónicos, el evangelio de Tomás sería más antiguo que ellos y por tanto, el primero de todos los evangelios conocidos.
Según algunos autores, como Koester, éste evangelio se basa en tradiciones anteriores a las fechas en que se escribieron los evangelios canónicos. Otros autores señalan que el evangelio de Tomás sigue los mismos cambios verbales que Lucas utiliza sobre el texto de Marcos, (Logion 5 de Tomás: Luc 8,17:Marc 4,22),esto sugiere que los evangelios de Lucas y Tomás son tardíos respecto a Marcos.
Según la tesis desarrollada por la teóloga Eliane Pagels, muchos de los pasajes del evangelio de Juan pueden entenderse como una refutación de los dichos, ideas, tradiciones, y creencias de una comunidad cristiana cuya línea de pensamiento estaría ejemplificada por el evangelio de Tomás. El ejemplo más destacado es la imagen que en el evangelio de Juan se da del Apóstol Tomás, en pasajes como en el de la duda de Santo Tomás,(Juan 20,24-29).
5ª TEORÍA. La teoría de las dos fuentes y el “Jesús histórico”.
Considerando que:
1)Todos los episodios presentes en Marcos, excepto dos, se encuentran en Mateo, gran parte de esos episodios se encuentran también en Lucas, pero no el contenido de los capítulos 7-8 de Marcos.
2) Buena parte de los episodios que no está en Marcos se encuentran a la vez en Lucas Y Mateo, aunque cada uno lo haya dispuesto y repartido a su manera.
3)Tanto Mateo como Lucas tienen como propias diversas parábolas, algunas palabras de Jesús y el contenido de sus primeros capítulos sobre la infancia de Jesús.
Lo distinto de ésta teoría es que:
-la fuente más importante de los evangelios fue común a los tres.
Otra fuente fue utilizada por Mateo y Lucas, la llamada fuente Q.
Pero habría que demostrar en seguida de que manera Mateo y Lucas dependen de Marcos, o como utilizan las mismas fuentes, eso es lo más difícil.
En muchos lugares es evidente que el texto de Lucas es más antiguo que el de Marcos.(Los que intentaron retornar de nuestros evangelios a su original y traducirlos al hebreo para encontrar las auténticas palabras de Jesús).
Esto llegó a pensar en una mutua influencia: era necesario construir una genealogía complicada de escritos anteriores a Marcos, de los cuales algunos habían sido copiados más fielmente por Lucas y Mateo, o bien se imaginaron tradiciones orales que los predicadores habían modificado con bastante libertad, y con ello el “Jesús histórico” se perdía en la bruma de la leyenda.
En los primeros tiempos después de Pentecostés, la única regla de fe era el testimonio de los Apóstoles, predicación, justificación de la nueva fe, anuncio a los que no se habían convertido todavía, todo esto se hacía por la palabra.
Cuando la comunidad helenista obtiene estatuto propio,(Hech 6,1),sin independizarse del todo de los Apóstoles, es probable que se tradujera, no traducciones orales, sino un primer resumen evangélico escrito en hebreo al griego,(hacia el año 36),pudo ser cuando se incorpora al “evangelio de Jerusalén”, el bloque muy coherente que se encontrará idéntico en los evangelios de Mateo 15-16 y Marcos 7-8, no conocido o ignorado por Lucas.
Parece probable que un grupo de no-judíos pero simpatizantes de la religión judía de Cesarea sea el lugar de origen del documento llamado “fuente Q”, o los dichos del Señor, que Marcos ignora, pero que sin embargo Mateo y Lucas tienen en común.
Otra variante de esta hipótesis dice que puede ser también que en Antioquía donde todo el primer evangelio hebreo fuese de nuevo traducido al griego, llegando a la conclusión de que Mateo y Lucas han utilizado dos versiones griegas diferentes de un mismo texto hebreo, mientras que Marcos ha tenido en sus manos los dos textos.
El evangelio de Marcos es más corto que los de Mateo y Lucas, porque reprodujo el primer evangelio, que llamamos “el evangelio de Jerusalén”, pero lo hizo combinando las dos versiones griegas que se habían hecho de él, la de los helenistas ya utilizada por Mateo y la otra de Lucas.
6ª TEORÍA. Teorías que prescinden de la fuente Q.
-La hipótesis propuesta por Farrer dice que el evangelio de Marcos se escribió primero y fue utilizado como fuente para Mateo.
Lucas en una tercera etapa, habría utilizado a ambos como fuente.
-La hipótesis de Griesbach da prioridad al evangelio de Mateo, Lucas lo habría utilizado como fuente y finalmente Marcos habría hecho uso de los dos precedentes.
-La hipótesis Agustiniana sostiene que Mateo fue el primer evangelio, seguido de Marcos y de Lucas y cada evangelista usó al precedente como fuente, ésta teoría es la más cercana a los planteamientos de los Padres de la Iglesia y a la tradición cristiana.
La hipótesis de los esenios sostiene que fue este grupo quien escribió y recopiló la mayor parte de los escritos de la vida de Jesús y dio inicio al evangelio de Q.
Después de todo este “rollo” sobre la fuente Q, estoy quizás peor que al principio, todo son teorías y nada concreto, espero que algún día, los teólogos y entendidos en el tema, unifiquen criterios y conclusiones, pero creo que el afán de protagonismo de los científicos que estudian los textos antiguos, es más fuerte que el deseo de investigar en común y seguiremos sin tener una idea clara de los orígenes del cristianismo.
Para complicar más la cosa, los nazarenos,(descendientes directos de la Iglesia judía de Jerusalén),consideraban el original,(escrito en caracteres hebreos pero en lengua aramea),del evangelio de Mateo, “su evangelio”.
Por otro lado, los ebionitas,(del hebreo “Ebionim”=Pobres),que eran judíos creyentes de Yeshua,(Jesús),el Mesías,(Cristo),que al principio a los “nazarenos”,(judíos de Jerusalén),se les llamaba así, utilizan,(los ebionitas),únicamente el evangelio que es según San Mateo,(aunque con divergencias esenciales, al rechazar el nacimiento virginal de Jesús), y rechazan al Apóstol Pablo llamándole apóstata de la Ley, y hacían uso exclusivo del llamado “evangelio de los hebreos”, ignorando lo demás.
Para finalizar, hago mías las palabras de Lucien Cerfaux,(prestigioso especialista en exégesis bíblica),cuando dice que el modo más “científico” de leer los evangelios es leerlos con sencillez.
Saludos.