Ante todo, ánimos, querida belenista. Conseguir el efecto nieve no es un tema fácil. Y más si se trata de un Belén de dimensiones no pequeñas (como en un diorama).
Deben distinguirse dos casos: el paisaje nevado y otro, nieve cayendo. Prescindo de este último, ya que no lo mencionas y mezclado con efecto noche, no encaja…si solo es de noche. Es decir no hay controlador noche-día.
Pasemos al caso concreto. Al tratarse de efecto noche, no es necesario pintar el celaje, (de gris plomizo, como de cielo nublado), cosa que se recomienda para hacer más verosímil la
estampa Navideña
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Pero sí se pinta
la cordillera en tonos azules y violetas, con blanco, dejando zonas más oscuras para simular sombras o entrantes y salientes. Unos toques de barniz brillante pueden mejorar el aspecto, para simular zonas derretidas.
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Las partes altas de tejados y elementos en horizontal, pueden pintarse de blanco, de forma incompleta e irregular, como también por encima de árboles, con pintura plástica blanca Hay quién pone algodón en rama, que al ser de noche queda precioso. Y no se nota casi. Puede sonar a antiguo, pero no lo es.
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En paisaje abierto, caminos, etc., suele utilizarse el cubrirlos con polvos de mármol blanco, simulando pisadas o roderas, pintándolos de marrón, aunque al estar en fase noche, no sería necesario probablemente. Depende de la intensidad de la noche que simuléis. Probar en todo caso.
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Desde antiguo, pues hay muchas referencias, se aconseja para todo lo anterior utilizar el ácido bórico, en escamas o en polvo. El único inconveniente es que debe manejarse con cuidado, con guantes. Los reflejos que proyecta son muy bonitos.
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Otros utilizan cualquier producto pulverulento blanco o blancuzco, escayola, polvos de talco, etc., que luego recubren con escamas de ácido bórico y así obtener el aspecto de nieve en polvo. Una forma de mejorar el aspecto final, en particular en primeros planos, si queréis trasladar este efecto a todo el Belén, es utilizar una primera capa de ácido bórico en polvo y sobre éste otra capa esparcida de ácido bórico en escamas. Así se obtiene el aspecto de nieve helada.
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Históricamente en España también se ha empleado la harina, en tiempos de postguerra, y leemos de aquellos belenistas
…¡qué nevadas tan fantásticas!…¡cuánta harina malgastada!...Alerta, muchachos, ¡ojo con la harina, que cuesta mucho y que, sobre todo, hace tan feo, tan horroroso, cuándo no está distribuida con acierto!...
O sea, que a elegir tocan.
Finalmente, puede ser de interés el iluminar la cordillera o parte de los caminos con luz negra. Es decir un tubo grande de luz negra colocado de forma conveniente, o varios de menor tamaño, que estarían siempre encendidos. Hay que probar previamente la disposición de dichos tubos.
Históricamente se han utilizado otros productos para la nieve. En este sentido el belenista es muy imaginativo. Así pueden citarse el yeso y la sal; pero parece que el brillo y textura combinados de los dos los anteriores los da el ácido bórico, motivo por el que ya no utilizamos aquellos.
No querría terminar sin hablar de dos anacronismos típicos del tema que nos ocupa.
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Primero, poner un Belén nevado. Recordad
…los pastores velaban al raso…
más o menos primavera, según el amigo Lucas,
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Segundo, admitiendo el primero, poner el niño en pañales en un Belén nevado.
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Tercero, poner los pastores al raso, en espacio abierto, en vez de dentro una cueva, bien guarecidos del frío y con una fogata (lo importante no eran las alimañas o lobos, si no el frio) en vez de un
fueguecito
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Perdonad, no he podido resistir este último arrebato. Aunque proclamo que
¡Todos los Belenes son bonitos, siempre que anuncien la llegada del Niño Jesús!
Un abrazo y buena suerte