Al revés de lo que sucede con muchas iglesias protestantes, el catolicismo no exige una creencia literal en los hechos narrados en la Biblia. Hace tiempo que entendemos que el fundamentalismo sobre la Creación, el Arca de Noé, el Exodo de Egipto, etc. es absurdo, puesto que la narración bíblica es literaria, o alegórica, pero no histórica.
No sucede lo mismo con los Evangelios, que nuestra Iglesia considera "palabra de Dios". Sin embargo, y así lo hizo constar una vez Oriente, la Natividad, la Epifanía y muchos episodios de la vida de Cristo explicados en los Evangelios no son dogma de fe. Solamente tenemos que repasar el Credo para discernir lo fundamental y lo accesorio...
Lo fundamental de la vida de Cristo es su muerte y resurrección, en primer lugar, y sus enseñanzas, en segundo lugar. La narración de su nacimiento es muy accesoria (aunque para nosotros sea muy importante, claro) y básicamente sólo sirve para dar algo de "colorido local" y completar la historia de la vida de Jesús. El autor Robin Lane Fox, en su libro "La versión no autorizada", dice:
"Los errores y contradicciones de (el Evangelio) de Luas son fáciles de explicar. La primitiva tradición cristiana no recordaba, o quizá no supo nunca, dóndo y cuándo había nacido Jesús. La gente estaba mucho más interesada en su muerte y en las consecuencias de ésta"
¿Cuáles son las contradicciones? Pues están en la base de toda la narración que reproducimos año a año. José y María, residentes en Nazaret, Galilea, es decir, en el norte de Israel y fuera de Judea, se desplazan hasta Belén, al sur de Israel, en Judea, donde nace Jesús. El motivo de este desplazamiento es que el emperador César Augusto había ordenado un censo universal en el que "cada uno" debía empadronarse "en su ciudad". Lucas da dos datos más, que reinaba el Rey Herodes el Grande y que el gobernador era Quirino.
Bueno, pues resulta que:
- Augusto no ordenó ningún censo universal de sus provincias. Esos censos, que eran de rango provincial, eran decretados por los gobernadores.
- Mientras vivió el rey Herodes el Grande, Judea no era provincia romana, sino un reino "cliente".
- Quirino no fue nunca gobernador mientras reinaba Herodes.
- José no era ciudadano de Judea, sino de Galilea, que formaba parte de una unidad política diferente y que tampoco estaba bajo gobierno directo de Roma y jamás bajo Quirino.
- José era de Nazaret, por lo que en caso de tenerse que censar, lo habría hecho en Nazaret, no en Belén. El Evangelio pretende que José debía censarse allí por ser el origen remoto de su familia (presuntamente descendiente de David, hijo de Belén), pero ello es absurdo. Poniendo un ejemplo actual, mi familia (mi bisabuelo) era gallego, lo que me obligaría a censarme en Vigo en vez de Barcelona, donde vivo.
- Está demostrado que en los censos romanos el cabeza de familia era el único necesario para inscribir a toda la gente a su cargo (esposa, hijos, familiares, esclavos). No hacía falta que María hiciera un viaje tan penoso de una punta a otra de Palestina.
¿Por qué envían los Evangelios a la Sagrada Familia a Belén? Pues simplemente para que se cumplan las profecías mesiánicas contenidas en el Antiguo Testamento. Según dichas profecías, el Mesías sería de la estirpe de David y nacería en Belén. Los contemporáneos de Jesús y los primeros cristianos sabían que Jesús era galileo, de Nazaret, por lo que había que encontrar algun motivo que obligara a José a desplazarse hasta Belén.... y estos problemas con la burocracia romana eran comprensibles para todo el mundo....
¿Estoy exagerando en mi escepticismo? Los Evangelios ratifican en sí mismos que las circunstancias del nacimiento de Jesús son confusas, aunque coincidan en Belén como origen. Mateo lo explica de otra manera: Jesús era hijo de Belén (cumpliendo con la profecía mesiánica, y se indica de forma expresa). Aquí no hay censo, ni posada, ni adoración de los pastores; son los Magos quienes son advertidos mediante la estrella y van a ver a Herodes, diciéndole que ha nacido el Rey de los judíos. Herodes ordena la matanza de los inocentes y la Sagrada Familia huye a Egipto. Tras la muerte de Herodes, regresan a Palestina, pero evitan Belén y se van a la punta diametralmente opuesta, es decir, Nazaret. Y tanto la matanza de los inocentes, como la huida a Egipto, como la residencia en Nazaret, cumplen con diferentes profecías.
Como puede verse, la explicación de Mateo difiere radicalmente de la historia de Lucas... aunque ambas están dirigidas a situar a Jesús, el Nazareno, en Belén, la patria del Mesías según las profecías.
Es por ello que resulta bastante absurdo ponerse a buscar la realidad de misteriosas conjunciones de estrellas, pq el relato no es histórico. La Natividad es un precioso relato lleno de acción, de misterio, de amor, de contrastes entre pastores y reyes magos... un hermoso contrapunto frente al terrible relato de la crucifixión.
La Pasión del Señor y su resurrección son la base de la fe cristiana y nos habla de la esperanza en un mundo futuro. La Navidad forma parte de la propaganda religiosa, se dirige a las personas humildes (las mujeres, los niños, los esclavos) que formaban la base social de los primeros cristianos y les explica que Cristo también fue un desheredado como ellos, que se vio obligado a nacer en el pesebre de un establo. Posteriormente se fusionó con las fiestas solares romanas y se convirtió en un momento de fiesta y alegría frente a la tristeza y penitencia de la Semana Santa.
¿Es mentira la Navidad? Pues claro que no, pq el nacimiento de Jesús es real, los sentimientos que ha despertado durante dos mil años son reales y la tradición es real... ¿puede existir algo más auténtico? Yo, por supuesto, esperaré mañana por la noche, muy ilusionado, que vengan los Reyes Magos a visitarme, tal como hicieron hace dos milenios en el pueblito de Belén.
¡Que os traigan muchas cosas los Reyes a vosotros también!