VITORIA.

Muy intensa y grata fue nuestra estancia en Vitoria, durante la que Maryan Artamendi, escultora finalista del Concurso de Escultura Belenística Ciudad de Castellón y Javier Barrasa, brillante fotógrafo, nos acompañaron, con gran amabilidad y dedicación, en la visita de los más de cuarenta Belenes de la guía, todos realizados con gran estilo, entre los que destacamos el de madera policromada del año 1780, de la Catedral Vieja, el del interior de la Iglesia de los Padres Carmelitas, el de la oficina de Turismo, el del Palacio de Villa Susa, el del Centro Cultural Montehermoso, el de los hermanos corazonistas, el Napolitano del Museo Diocesano de Arte Sacro. Recorrimos el monumental de La Florida, que desde 1962, aprovechando el parque, al aire libre, exhibe unas cincuenta figuras y más de cien animales, dispuesto con gran perfección, según un itinerario muy variado, que en muchas ocasiones añade la belleza de la nieve.
También contemplamos el Museo de Bellas Artes, El Diocesano, el de los Faroles, en el que sus responsables nos acogieron con especial atención y que además tenía varios dioramas. Los paseos por toda Vitoria, oyendo los Villancicos que diversas agrupaciones cantaban por las calles y plazas, vivir la visita guiada a las obras de restauración de la Catedral de Santa María con la propuesta Abierto por obras, la extraordinaria cocina vasca y la hospitalidad de nuestros amigos, fueron alicientes que añadimos a nuestras intensas horas belenistas. A nuestro grato recuerdo del viaje a La Guardia para conocer El Belén Barroco en Movimiento, sumamos ahora la estancia en Vitoria, sin olvidar los belenes de cera de las Religiosas de San Juan de Acre de Añana de Salinas, trabajo inestimable de una bellísima tradición.