Hooooooooooooooola de nuevo, familia belenística:

Hoy os quiero presentar otros belenes y fotos de los mismos:

1) las primeras fotos son de un Misterio (Sagrada Familia) de escayola, comprado por mí hace ya unos cuantos añitos (bastantes) con unos ahorros que tenía; mi madre lo decoró y lo pintó con óleo sobrepuesto al pan de oro y plata. El tiempo hizo algunos estragos con él (estamos en Galicia y el yeso es poroso, etc.); pese a que lo guardo como oro en paño, actualmente está guardado. La figura de san José la tenemos colocada en una capillita de madera, salvaguardada del polvo y las inclemencias (tengo una especial devoción por el patriarca).

2) otras fotos son de otro Misterio (el actual): se trata de figuras de marmolina o alabastrina; más perfectas y menos toscas que las de escayola; estuve años intentando conseguir un misterio que me gustase, que se saliese de lo común; y por fín lo conseguí un año; estuvo 3 años hasta que mi madre me lo pintó con óleos; esta vez nada de pan de oro y plata, sino más sencillo, más oriental, más histórico; quisimos que san José fuera un anciano y no tan joven como suele representársele; los colores de la Virgen, rojo y azul, simbolizando su martirio y su pureza; el paño del niño con ribetes morados, anticipando la Cruz.

3) Finalmente, las fotos de un niño Jesús; se trata del niño Jesús de mi parroquia, Santa María la Antigua del Caramiñal; es una imagen de Olot con cierta solera ya: tendrá, por lo que me cuenta mi madre, alrededor de unos 60-70 años; fue adquirido por D. Santiago Lobato Tallón, párroco que estuvo ejerciendo su labor pastoral en mi pueblo al menos 40 años.

Esta imagen sufrió bastante en manos de su sucesor, quien lo prestaba (craso error) para la Cabalgata de Reyes, en la representación viviente del Portal de Belén: manos inexpertas, inclemencias del tiempo..etc. Por si esto fuera poco, una mala restauración hizo que se perdiera la pátina original: el color marfileño, ebúrneo, nacarino de la piel; el cabello del color del trigo; esos ojos grandes y hermosos.

Con la llegada del nuevo párroco (quien cofecciona conmigo el belén parroquial), mi madre se encargó de eliminar los repintes y reparar parte de los destrozos: falta de escayola en la parte posterior de la cabeza, dedos de la mano que bendice, un brazo que peligraba, etc.

En mi parroquia todos le tenemos gran devoción y cariño, al igual que el sacerdote, quien lo da a besar en todas las festividades de la Natividad.

Espero que os guste tanto como a mí.

Salu2,

Carlos