No se cual sería la respuesta. Lo que si creo es que debemos tratar de ser: Constructures de la paz (Siguiendo a San Francisco), Defensores del respeto a la diversidad cultural de los pesebreros o belenistas, y promotores, en la medida de lo posible, del Nacimiento como figura principal en la Navidad.
Y ojo, las dos últimas lo digo porque algunas veces he visto unos comentarios un poco fuera de tono en relación a otro tipo de tradiciones, costumbres y formas de manifestar el tiempo de Adviento, con críticas y comentarios a veces burlones sobre otras tradiciones como Santa Claus, o la posiblidad de agregar cosas poco usuales en los pesebres. En mi caso particular resalto en Navidad la figura y simbolismo del Nacimiento porque trato de ser católico practicante (y lo veo como una devoción); pero no puedo dejar al lado el Arbolito de Navidad (con un mensaje cristiano importantísimo), o incluso a Santa Claus, como figura relacionada, así sea indirectamente, con un santo Católico. La Navidad tiene tanta manifestaciones que la hacer infinitamente rica y variada. Eso es su magia.
Y lo más importante es el mensaje que deja la Navidad, desde el punto de vista cristiano. Si bien es el momento que nace Cristo, es precisamente el nacimiento del hombre que se entregó tanto a los demás que se entregó a su mismo por la salvación de todos. Y la Navidad busca es eso, que por un momento particular del año, la raza humana trate de ser mucho más generoso con sus semejantes, trate de entregarse un poquito más a los otros. Entonces, y ya para concluir, si ese sentimiento cristiano se manifiesta con un Santa Claus o con un Arbolito pues bien; si se manifiesta con un Pesebre, pues MUCHÍSIMO MEJOR. Pero lo más importante es que son simplemente símbolos que nos recuerda un momento específico donde la premisa es compartir como los demás, como los pastores y reyes compartieron con el Niño Jesús.
UN saludo cordial y sigamos siendo constructores de paz.
Saludos desde Venezuela.
LARB.