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Belén 'Nómada' 2024 Páginas: 1 | ||
Iniciando el viaje...
Este año, el Belén se convierte en viajero. Su concepción comenzó en Las Palmas y, hasta el día 20, ocupara un lugar especial en la mesa del comedor de mi casa, (como recuerdo a la última sobremesa navideña compartida) antes de viajar a Madrid por Navidad.
Como todo buen viajero, el Belén necesitaba preparar la 'maleta', que se componía de lo esencial:
· Caja de proyectos , en el sentido más literal(34×27×21cms.).
· Figuras de Belén (12cms.):
· Virgen y Niño descansando del viaje.
· San José atípico, pero con ese sello tan Martí,
en camino.
· Un pastor oteando el horizonte, acompañado por su rebaño de ovejas.
· Una mula en reposo.
· Complementos de viaje , pequeños detalles que completan la escena.
· Trozos de corcho bornizo y musgo , materiales tradicionales y elementos
vegetales, para recrear el paisaje.
· Relleno de colchonería , un recurso práctico para dar forma al mar de....
· Dos láminas , con paisajes de alta montaña, que enmarcan el viaje.
Este proceso me evocó aquellos recuerdos de los años 70-80, cuando las cajas de juguetes tenían tapas transparentes que dejaban ver cada uno de sus componentes. Todo estaba ahí, en perfecto orden, esperando cobrar vida en las manos de un niño... ¡Justo como este Belén, listo para iniciar su propio viaje!.
Ve preparando las cosas María, que vamos a Belén... coge lo necesario para que el Niño pueda nacer... lo demás, Dios proveerá... cuando lleguemos allí será lo que tenga que ser, cuando estemos en Belén seguro que alguien nos abre las puertas de su casa para que podamos estar bien... venga María, no te demores, que tenemos que viajar hasta Belén...
Porque Belén será el hogar que se prepara con mimo y esmero para su nacimiento... porque Belén será allí donde dejemos nacer a Dios... porque Belén será una mesa, un aparador, un pequeño rincón... un lugar para descansar, un lugar para sentirnos nómadas de la tradición y la memoria... Belén será lo que las manos y el corazón del belenista 'armen' con ternura y esmero...
Ve preparando las cosas José, que vamos a Belén... no cojas más que lo que necesitamos para que el Niño pueda nacer... lo demás, lo dejamos en manos de Dios, que Él sabe cómo hacer las cosas que quiere hacer... cuando estemos en Belén seguro que Felix y Cristina nos preparan el espacio para que podamos estar bien... venga José, no te demores, que tenemos que viajar hasta Belén...
Y Belén está esperando a que María, el Niño y José tengan vida... tengan Na vida d... tengan Belén... Ojalá en nuestra vida nos sintamos vivos en momentos tan cotidianos como la espera de un Belén.... Ojalá seamos un poco más “nómadas”.
" Ve preparando las cosas José, que vamos a Belén... no cojas más que lo que necesitamos para que el Niño pueda nacer... lo demás, lo dejamos en manos de Dios, que Él sabe cómo hacer las cosas que quiere hacer... " cuando estemos a medio camino seguro que algún pastor nos prepara el espacio para que podamos estar bien...
En la cima de la montaña, el cielo parece más cercano, como si las estrellas estuvieran al alcance de la mano. Esa noche, sin embargo, el lugar parece distinto. Hay una calma especial, casi sobrenatural, como si la creación entera estuviera manteniendo el aliento, expectante...
...el paisaje es austero pero sereno. Un puñado de arbustos resistentes se aferra al suelo rocoso, mientras que aquí y allá crecen pequeñas matas de hierba, suficientes para alimentar al rebaño. Las ovejas, de lana espesa y blanca como el mar de nubes, descansan esparcidas cerca de la cima, aunque algunas permanecen en alerta, percibiendo la llegada de algo especial.
Un candil y un pequeña fogata arrojan destellos anaranjados y calientan el espacio con su crepitar constante...
El pastor, vivía en las montañas cuidando a su pequeño rebaño. Su vida era sencilla: días bajo el sol vigilando a las ovejas y noches bajo el cielo estrellado, contemplando las maravillas de la creación.
Aunque a menudo estaba solo, junto a su fogata, encontraba consuelo en sus conversaciones con Dios. Aquella noche, había un silencio especial, profundo y solemne, roto apenas por el balido ocasional de alguna oveja.
Mientras añadía leña al fuego, notó que las ovejas estaban inquietas...
[...ya en Madrid hasta el 24 en casa, en nochebuena y Navidad viaja a la de mis suegros como belén de sobremesa.]
José ascendiendo, todavía preocupado pero confiado en que su misión era más grande que cualquier temor que pudiera albergar.
María envolvió con delicadeza al pequeño en sus brazos, asegurándose de que estaba protegido del frío de la noche.
Al llegar a una zona más rocosa, divisaron una figura a lo lejos. Era un pastor, un hombre de aspecto humilde, que estaba encendiendo una fogata para calentarse. José le llamó con cortesía, explicándole que necesitaban un lugar seguro donde pasar la noche.
El pastor levantó la vista y, tras observarlos por un momento, sonriendo con calidez.
"Venid, aquí estaréis a salvo."
Más tarde, mientras María y el Niño descansaban, el pastor se acercó a José y le susurró: "Soñé con esto hace unas noches. No sabía qué significaba, pero vi una luz y un Niño, y supe que traería esperanza."
Esto es lo fascinante de una 'caja de proyectos': en un instante, todo puede dar un giro y revelarnos que la esencia de la idea sigue siendo la misma. El Caminante ha transitado entre el belén de la parroquia y el de casa, tejiendo un puente entre ambos espacios.
En esas conversaciones de sobremesa de Nochebuena o ya de Navidad, surge la magia: reflexiones sobre el tiempo y el espacio, sobre la esencia de lo que compartimos y cómo cada pequeño detalle adquiere un significado especial.
"El caminante sobre el mar de nubes" en su soledad, mientras la brisa fria le envuelve, comienza a percibir algo más allá de la mera grandeza natural. Los ecos de la Anunciación a los pastores resuenan en su mente. Así como los pastores recibieron la noticia entre los campos y bajo el cielo nocturno, él se siente el receptor de este mensaje trascendental.
En su introspección, el paisaje ya no es solo un mar de nubes, sino una invitación a contemplar el misterio de lo eterno, una revelación del mensaje universal del Nacimiento de Jesús que llena de esperanza incluso los lugares más solitarios y elevados del alma.
¡Muchísimas gracias, Vicent, por tus palabras y por confiar incluso sin haberlo visto todavía! Un abrazo grande.
¡Feliz Navidad! ¡Nos vemos pronto!
PD:
Por supuesto!, siempre...Reyes Magos!
En la fría claridad del amanecer, parecía una figura sacada de un sueño, recortada contra un paisaje que se extendía como un océano de nubes bajo sus pies.
En ese instante, mientras José observaba a María y al Niño en aquel rincón remoto del mundo, sintió que, aunque el camino era arduo, no estaba solo. Cada nube, cada rayo de sol y cada brisa eran señales de que Dios estaba con ellos, guiándolos hacia su destino.
El "Caminante sobre el mar de nubes" siguió su viaje, con el corazón firme y la fe inquebrantable, hacia un lugar que aún no conocía, pero que ya sabía que estaba esperando la llegada de la promesa divina.
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