Otro que tiene una colección de Daniels de shit yourself, little parrot. Ay, cómo habéis aprendido y lo bien que os habéis movido, algún día nos explicaréis si tantos rollazos desde este rincón de internet os han ayudado en algo.
Veo tu belén y el de Tunito y veo muchas similitudes, que además son típicas de la "colla de coleccionistas", el belén popular, sencillo, de musgo y serrín, con construcciones comerciales (y ese maravilloso telón de fondo, que se compra en cualquier tenderete y lo soluciona todo), el interés por los detalles cotidianos, el gusto en la elección de las figuras, la pasión por hacer el belén.
Lo que más me ha reconciliado con el belenismo este par de años duros ha sido el constante apoyo de Félix, la amistad de los dos Tonis de Mataró y conoceros personalmente a Javito y a ti, y reconocer en vosotros la pasión que yo tenía a vuestra edad. Internet favorece la difusión del conocimiento pero perjudica la relación personal. Una charla con todos vosotros frente a un cocido o un sushi (hey, Cris, no hace falta que diga lo que quiero a la mártir del belenismo del barrio de Salamanca) o abrazar al grandullón de Javito, que es la cosa más confortable que hay en el mundo, vale por todas las figuras.
Y cuando veo vuestros belenes, los súper sofisticados de nuestro Lloyd Wright de la ultraperiferia o vuestros ejemplares belenes de musgo, os reconozco y, por un buen rato, me alegro de seguir en esta carretera, aunque demasiadas veces me quede apartado en el área de descanso.