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Emili Solé Carcolé (Catalunya) Moderadores: julen, PEPE HALCON, Drake, Jose Manuel, armillo Páginas: < ... 11 12 13 14 15 16 17 > | ||
Hace unos días compartí con vosotros la inauguración de mi sitio web , un espacio donde presento, por el momento, tres colecciones de figuras: la hebrea , la madrileña y la catalana . Entre ellas, destaca mi serie inspirada en la vida y costumbres de la época castiza o galdosiana de Madrid, una representación que homenajea el Madrid popular y vibrante de finales del siglo XIX. Aprovechando mi primera participación en la IX Feria Internacional de Belenismo 2024.
Los que habéis entrado en mi web habréis visto que la figura del organillero estaba en construcción. Pues bien, hoy ya está terminada y disponible. Creo que a más de uno aquí le encantará verla, porque, junto con la figura de los chulapos como símbolo de orgullo madrileño, representa esa Navidad castiza más alegre y desenfadada… porque la Navidad es eso, alegría.
Si no habéis tenido ocasión de pasar por la web, os invito a echarle un vistazo y contarme qué os parece. Estoy deseando saber si os gusta o si hay algo que mejorar. Además, ¡me hace especial ilusión ver vuestros comentarios y opiniones! Para los que no la han podido visitar, esta es una oportunidad de descubrir cómo va quedando esta colección y compartir ideas.
La colección, por supuesto, no está terminada, pero creo que para este año es suficiente.
¡Nos vemos en la web y aquí en el foro!
Hola, Drake, y a los que nos leen.
Me ha encantado leer tu comentario, lleno de recuerdos tan vivos y entrañables de ese Madrid castizo que parece que se nos va escapando entre los dedos. Precisamente, es esa pérdida de identidad y de memoria la que me impulsa a trabajar en mi colección de figuras de belén madrileñas. Porque creo que, más allá de la nostalgia, necesitamos acciones concretas para conservar y transmitir esas raíces culturales que forman parte de lo que somos.
Perder la historia y las raíces de un pueblo es, en esencia, perder su identidad. La historia no es solo un conjunto de eventos del pasado, sino el relato que conecta a las generaciones presentes con las pasadas. Es lo que nos da contexto, nos da pertenencia. Las raíces, por su parte, son las tradiciones, las costumbres, los oficios, las creencias y los valores que, como un árbol, nos mantienen firmes y nos definen como comunidad.
Cuando esos lazos se rompen o se olvidan, lo que sucede es que nos desconectamos de quienes fuimos y, en consecuencia, de quienes podemos llegar a ser. La identidad de un pueblo no está solo en los monumentos o en los lugares emblemáticos, sino en las historias que se cuentan en sus calles, en las voces que resuenan en sus plazas, en los oficios y las costumbres que se compartían en su día a día. Y cuando esas historias dejan de contarse, cuando las costumbres se pierden, lo que queda es una ciudad o un pueblo que ya no sabe quién es realmente, porque ha olvidado lo que lo hacía único.
A perder la identidad, no solo se pierden las tradiciones o las costumbres, sino que también se pierde el vínculo emocional entre los miembros de la comunidad. Se pierde la capacidad de reconocer lo que nos une, de sentirnos parte de un todo. Es como si se desvaneciera la esencia misma de un pueblo, dejándolo vacío, como una ciudad que ya no sabe qué historia está contando.
Por eso, proyectos como el mío, que buscan rescatar esa memoria colectiva y dar vida a figuras que representan los oficios y escenas tradicionales, son tan importantes. Porque, a través de ellas, no solo recordamos, sino que seguimos construyendo nuestra identidad, dándole valor al pasado para poder proyectarnos hacia el futuro.
Te cuento que mi objetivo en el belenismo, no es simplemente crear figuras para vender, sino diseñar piezas que conecten con la historia y las tradiciones populares. Precisamente, el propósito de esta colección es preservar ese Madrid popular y galdosiano, lleno de vida, personajes y costumbres que dan color a nuestra historia. Por eso, en lugar de optar por un belén de estilo atemporal u orientalizado, creo que tiene mucho más sentido trabajar en un pesebre que refleje el Madrid auténtico: el de las castañeras, los organilleros, las lavanderas y los mieleros que tú tan bien recuerdas. Cada figura que diseño busca capturar la esencia de esos personajes que, aunque ya no formen parte de nuestro día a día, siguen vivos en nuestra memoria colectiva. La colección no está terminada ni mucho menos, tengo clasificadas hasta el momento a 33 personajes: el mozo de cordel, el churrero, el carbonero, el afilador, las costureras, las planchadoras, etc.
Si has podido visitar mi web, habrás notado que explico la historia de cada personaje representado y lo vinculo a un posible papel dentro del nacimiento. Lo del "
perro Paco
" fue muy curioso en la IX Feria: el 90% de los madrileños desconocía la existencia de esta figura, que considero indispensable en cualquier belén madrileño, sea del estilo que sea.
Sabes tan bien como yo que no es una tarea fácil en el mundo del belenismo. Hasta donde yo sé, además de las 12 figuras que Mayo Lebrija creó hace más de 30 años, no hay prácticamente nada más que represente este estilo en el belenismo contemporáneo. Es un riesgo desde el punto de vista comercial, sí, pero siento que merece la pena, no todo es "la pela". Pero si no lo hacemos nosotros los que modelamos figuras de Belén, estas representaciones no las realizará nadie más, recuerdas la " Col·lecció Traité d'etnografia rural " , en el " Museu de la Vida Rural " .
¿Quién va a evitar que se pierda ese Madrid castizo y único?
Espero y deseo que los madrileños reflexionen sobre sus preferencias estéticas y se abran a la posibilidad de apoyar y fomentar su rica identidad.
Cada una de estas figuras no solo representa un oficio o una escena costumbrista, sino que cuenta una historia, un pedazo de ese Madrid vibrante que ha evolucionado, pero que no debería olvidar sus raíces. Mi meta es que estas figuras no sean solo piezas de un belén, sino un homenaje a esa ciudad que ha sabido conjugar tradición y modernidad, y que aún tiene tanto que contar.
Al final, el belenismo no es solo un arte o una tradición navideña; también es un puente entre generaciones y una manera de preservar y transmitir quiénes somos. Espero que esta colección, cuando esté más avanzada, pueda despertar en los madrileños ese orgullo por su historia y sus tradiciones.
Lo curioso de todo esto es que yo no soy nacido en Madrid, sino en Andorra la Vella. Sin embargo, mi interés por la etnografía, la historia y la renovación del belenismo me ha llevado a conectar profundamente con la identidad madrileña. Creo firmemente que el belenismo, más allá de ser una tradición artística y espiritual, es un vehículo para preservar y contar la historia de los pueblos. Por desgracia, en la España de la posguerra, esta tradición fue manipulada políticamente y también afectada por intereses monopolísticos que la despojaron de parte de su esencia popular y cultural original.
Es precisamente por eso que siento la necesidad de actualizar el belenismo, devolviéndole su dimensión cultural y etnográfica. Mi trabajo no solo busca revivir un Madrid castizo y galdosiano, sino también aportar una visión más auténtica y rica de lo que el belenismo puede representar: un puente entre la historia, las tradiciones y el presente, abierto a todas las sensibilidades culturales.
Ahora resulta que prácticamente soy el único que se alinea con la complejidad y, a veces, la chapuza que presenta la redacción del belenismo como parte del patrimonio inmaterial. Tal y como expongo en mi comentario del BOE ( Belenismo para Todos ), la terminología utilizada para describir este arte a menudo no refleja su verdadero valor cultural, ni la labor artesanal y creativa que lo sostiene.
Por eso, considero que mi trabajo no solo está alineado con los valores reconocidos oficialmente en el BOE, sino que los lleva a la práctica de manera concreta y significativa. Mi colección no es solo un ejercicio artístico, sino también un acto cultural que preserva, educa y proyecta la esencia del belenismo como parte de nuestro patrimonio inmaterial.
Al fin y al cabo, estas horas dedicadas a investigar, modelar figuras y redactar explicaciones no son solo trabajo: son mi contribución a la historia y la identidad cultural que tanto merece ser comprendida, valorada y transmitida. ¿Qué opinas tú al respecto?
Yo apuesto por seguir este camino, ahora solo queda seguir adelante y ver dónde nos lleva.
Un abrazo a todos.
Necesitamos
acciones concretas
para conservar y transmitir esas raíces culturales que forman parte de lo que somos.
Lo mismo lo podríamos aplicar al belenismo actual.
Si tienes tiempo, quédate hasta el final del video y comprenderás a lo que me refiero.
Querido Hernán,
De hecho, mi pregunta iba en general, pero ya suponía el resultado. Sin embargo,
lo que cuentas es más valioso que mi propia pregunta
. Yo también pregunté entre mis compañeros expositores, y ninguno entra al foro desde hace bastantes años.
Dices algo muy acertado: “Los pesebristas son constructores, y yo creo que están más cómodos tratando con maquetistas de tren que hinchándose la cabeza con estilos e influencias, talleres, nuevos lenguajes y todo lo que nos preocupa a nosotros.” Tienes toda la razón, Hernán. Yo he participado con un diorama como invitado en cuatro asociaciones belenistas diferentes (nunca he sido socio) y, por lo que percibí, parece que todas comparten la misma perspectiva o pie. Lo que no ven es lo que está más allá de su maqueta y desconocen lo que ocurre en el exterior. Con las nuevas tecnologías, si no se actualizan, les pasará lo mismo que a los aficionados al maquetismo de trenes.
Y aquí es donde el refrán cobra sentido: “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.” Esto me lleva a un comentario que encontré —porque lo busqué expresamente, no porque sea aficionado a los trenes— en el foro de maquetismo ferroviario ForoTrenes: ¿Qué futuro tiene la afición al modelismo ferroviario? “ Interesantísimas aportaciones en este hilo. En mi humilde opinión, todas reflejan con buen criterio el momento actual de nuestra afición en este país y su proyección de futuro: gris oscuro tirando a negro por lo que se deduce.” [ https://www.forotrenes.com/foro/viewtopic.php?t=84113 ]
La realidad es que al público general le gusta que le muestren cosas nuevas, pero al final se cansan de ver cada año las mismas figuras y los mismos escenarios que, en muchos casos, solo buscan mostrar las habilidades del constructor, pero no logran emocionar. Son belenes totalmente triviales.
En el foro de maquetismo ferroviario, muchos señalan que esa afición está en declive por falta de relevo generacional, repetición de ideas y desconexión con los tiempos actuales. Creo que algo similar podría pasarle al belenismo si seguimos mostrando lo mismo año tras año, sin emocionar ni adaptarnos.
Si los pesebristas no innovamos ni conectamos con el público actual, corremos el riesgo de convertirnos en una afición aislada y estancada, como ocurre con las maquetas de trenes. No es solo cuestión de mantener viva la tradición, sino de encontrar formas de renovarla para que siga teniendo sentido en el presente.
¡Vamos, Watson, la partida continúa! No puede ser que el Napoleón del Belenismo se retire así como así. Toda esa sapiencia belenística no puede quedar en el olvido. Si hablamos de renovación en los belenes, tampoco eres un replicante de Blade Runner recitando bajo la lluvia todo lo que se perderá...
Llevamos ya, con este, cinco años creando montajes belenísticos distintos, siempre vinculados al Arte y con una visión fresca, pero sin perder de vista el significado primordial del Belén. Recuerda el principal del año pasado, en el que, aunque participas de forma indirecta, tu influencia estuvo presente con el nacimiento 'estilizado' de Castells. Sin tus aportaciones, nada hubiera sido igual.
Y este 2024 no será la excepción: estarás con nosotros, aportando figuras y textos, porque esto es más que 'una tradición', es un legado del Drake.
Este video muestra el proceso acelerado de modelado de una figura encargada por un cliente coleccionista habitual para su belén de estas Navidades de estilo catalán. Se trata de un niño sentado, comiendo una manzana, con el pelo despeinado, sin barretina, y calzado con "esclops", siguiendo las directrices específicas del cliente. El modelado original duró varias horas, pero en el video lo he comprimido al ritmo del movimiento Largo (RV-93-II) de Antonio Vivaldi, no solo para ajustar la duración, sino también para transmitir la urgencia de cumplir mi promesa: empezar este encargo justo después de regresar de la IX Feria de Alcobendas. Este es solo el inicio del proceso. Tras el secado natural, la figura pasará al horno para convertirse en terracota y, finalmente, procederé a pintarla a mano.
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¡Qué buena noticia! Nos encanta que sigas trabajando con "la terracota". La figura encargada tiene una delicadeza e inspiración notables. Estaremos atentos a las fotos finales. ¿La escala es 1/16?
¿La escala es 1/16?
No, es E=1/7 o, si prefieres, E=1:7. Es decir, la escala corresponde a un niño de 12 años con una estatura de 140 cm. Las proporciones utilizadas por los belenistas son demasiado complicadas para mí; estoy acostumbrado a trabajar mentalmente de otra forma, como las que se emplean en el mundo del arte y el diseño. También suelo utilizar módulos basados en el canon de proporciones humanas, aunque eso ya es otro tema.
¿Por qué un artista en el mundo del belenismo debería seguir siempre las mismas pautas que un artesano, utilizando siempre el mismo material? ¿Por miedo a romper con lo tradicional o a no vender?
El escultor
Auguste Rodin
modelaba sus figuras en arcilla, pero era consciente de que este material era solo transitorio,
nunca definitivo
. Para él, era fundamental tener claro en qué material quería plasmar la obra final: bronce o mármol. Según su elección,
adaptaba su técnica de modelado
: más impresionista para fundición y con superficies más pulidas si el destino era el mármol. No obstante, tanto una técnica como la otra requerían un paso intermedio, al transferir las formas a moldes de escayola o yeso de París, otro material transitorio.
Por supuesto,
el material que el escultor elige para expresar su obra tiene gran importancia
. Es una decisión clave que afecta tanto al proceso como al resultado, ya que cada material ofrece posibilidades y desafíos únicos. Sin embargo,
lo realmente importante en última instancia es la obra final
, la visión que el artista desea transmitir. Esa obra no debería ser juzgada o discriminada por el material en el que está realizada, sino por el mensaje y el impacto que logra generar. Hay figuras que, al modelarlas en arcilla, tienen tamaños muy reducidos, como ocurre precisamente en el caso de las figuras de pesebre. ¿Qué sucede entonces?
Se limita la creatividad del artista, se imponen barreras a la capacidad de expresarse
. Si surge una nueva técnica escultórica que permite superar estas limitaciones, ¿no debería explorarse? Rechazarla sería como renunciar a una oportunidad de enriquecer el arte y el belenismo, siempre que lo consideres un arte y no simplemente un pasatiempo.
Sin embargo, algunos belenistas afirman:
"Si no es de 'barro', ni siquiera lo miro, o no 'pellizca'"
. Esta postura, además de conservadora, ignora que
los avances técnicos y materiales han transformado el arte a lo largo de la historia
. Pensemos en los hermanos
Van Eyck
, quienes dominaron con maestría la técnica del óleo, una innovación que revolucionó la pintura. Gracias a su apertura y genialidad, se le conoce tradicionalmente como el "padre de la pintura al óleo". Sin esta actitud de aceptación e innovación, ¿habríamos tenido obras como Las Meninas de Velázquez, La ronda nocturna de Rembrandt, las creaciones del Greco, Rubens, o los paisajes de Turner, etc.? ¿Cuántos nombres y maravillas se habrían perdido?
La tradición es valiosa, pero nunca debe convertirse en una barrera para la exploración y la creatividad . Así como el óleo marcó un antes y un después en la pintura, las nuevas técnicas escultóricas ofrecen oportunidades que los artistas no deberían ignorar. Al final, el verdadero arte es el que trasciende los materiales y deja huella en quienes lo contemplan.😊
Este video muestra el proceso de modelado de una figura original "a palillo" inspirada en la tradición de la adoración de los pastores durante la Misa del Gallo en Riudaura , el único municipio del Pirineo donde sobrevive esta práctica.
🌟 La idea de realizar esta figura surgió como una sugerencia personal al cliente, quien también reside en Riudaura. Quería asegurarme de que, al menos, existiera alguien que posea un recuerdo tangible de esta hermosa tradición en forma de escultura. Así nació este encargo, que representa al pastor del pueblo junto a su carnero capado arrodillándose ante el altar donde yace el Niño Jesús en el pesebre.
🎥
Nota sobre el video:
Las imágenes quizá vayan un poco rápidas, ya que estoy aprendiendo a editar y experimentando con el formato. Mi método consiste en colocar la cámara y las luces en posición (estilo Rembrandt) y grabar sin intervenir demasiado en la filmación. Espero que os resulte interesante, y cualquier comentario o sugerencia será muy bien recibido. 😊
💡 Para el próximo video, he pensado en hacerlo menos rápido 😵 y enfocarme solo en los momentos más interesantes, presentándolos a velocidad normal. ¡Es cuestión de prueba y error, a ver qué me sale!
Gracias, Hernán, por tu comentario!
Lo de "Tu trabajo de palillo es siempre extraordinario, no lo dejes nunca" me anima mucho a seguir con mi arte. Es como recibir un aplauso de un espectador vip, algo que siempre impulsa. Modelar en arcilla ya es parte de mí, pero la continuidad depende de los encargos y de los mecenas que valoran mi trabajo. ¡Gracias por tus palabras!
En cuanto a lo de "eso es lo que te falta en el nacimiento madrileño", discrepo un poco. Hay una gran diferencia entre seguir al pie de la letra el relato de Lucas y realizar una interpretación artística basada en su narrativa, manteniendo siempre la esencia del mensaje .
Si nos ponemos estrictos, Lucas menciona pastores adorando al niño Jesús, pero no menciona mujeres en ese rol. Los pastores en el relato de Lucas tienen un papel simbólico muy importante : representan a los humildes y marginados , los primeros en recibir la noticia del nacimiento de Jesús. Era común que los pastores fueran jóvenes, probablemente solteros, ya que los hombres mayores con familias solían dedicarse a trabajos más estables. Sin embargo, en muchos belenes se incluyen mujeres llevando ofrendas o incluso en la anunciación a los pastores, algo que no corresponde históricamente. Esto es un ejemplo de cómo las licencias artísticas se han integrado en la tradición belenista, aunque se alejen del texto original.
Por otro lado, las figuras que mencionas como de "boato" en mi nacimiento representan a los
humildes y marginados
del Madrid galdosiano,
estableciendo un paralelismo con los pastores de Lucas
. La violetera no está vendiendo su ramo, sino ofreciéndoselo a la Sagrada Familia. El perro Paco, además de ser un símbolo castizo, rinde homenaje a San Francisco de Asís. El sereno ilumina la escena con su lámpara, y el mielero lleva un tarro de miel como ofrenda, la ... Estas figuras encarnan a los "pastores" de mi interpretación:
gente trabajadora, sencilla y llena de devoción que deja todo para acudir al pesebre.
En mi web explico con más detalle la historia detrás de este nacimiento galdosiano y cómo, desde una perspectiva diferente,
busca conectar con la esencia del mensaje y emocionar.
Imagina un frío amanecer en Madrid, allá por el final del siglo XIX. Las calles empedradas reflejan la luz del amanecer, y el murmullo de la gente que empieza su día resuena entre los edificios históricos. La ciudad, vibrante y llena de esperanza, es el destino de una joven pareja, José y María, que han llegado en busca de una vida mejor. Madrid, con sus luces de gas y tranvías eléctricos, es una ciudad en plena transformación, pero en sus rincones más humildes aún late el corazón de una comunidad unida y solidaria.
José y María descienden ...
¡Espero que le eches un vistazo!
🎨 Lo que todos creen: "Oh, seguro que te pasas los días tranquilamente modelando en tu taller, escuchando música clásica, con todo el tiempo del mundo para concentrarte en cada detalle, mientras creas arte con las manos y el corazón..."
🤯 La realidad: Ser escultor hoy no es solo dominar el arte. Es también ser fotógrafo, community manager, vendedor, experto en branding y gestor de tu propio negocio. Ah, y todo esto mientras intentas mantener algo parecido a una vida personal. Actualmente, ser escultor no es solo crear tus propias figuras; también tienes que venderlas. Pero, claro, no basta con decir: "vendo figuras de Belén" . Hoy en día, la gente espera que les cuentes una historia, algo como: "Estas figuras tienen un diseño exclusivo, cuentan con una historia única y son esenciales para cualquier colección."
Y ahí estás tú, tratando de convencer a los demás de algo que sabes que es verdad, pero que suena raro hasta para ti cuando lo dices en voz alta.
¡Ah! Y espera la última ... que me dijeron: "Es que eres poc conocido" . Claro, hacerlo bien o mal parece secundario; lo importante es ser conocido o famoso, lo demás apenas importa. Gracias a Dios, no siempre es así.
¿La solución? Convertirte en un experto en marketing. Eso sí, con un máster autodidacta basado en tutoriales de YouTube... a medianoche.🥱
¿Cómo explico que mis figuras son únicas y valen cada euro? Cada figura es el resultado de horas de trabajo, desde la idea inicial hasta los últimos detalles, y aunque lo sé en mi corazón, transmitirlo al mundo parece otro arte completamente diferente.
Hoy en día, ser escultor también implica ser un experto en redes sociales. Pero no basta con publicar una foto bonita de tu última figura terminada. No, no, eso ya es cosa del pasado . Ahora tiene que ser un reel o un short con música inspiradora, iluminación impecable, un montaje ágil y, si puedes, un mensaje emocional que enganche a la audiencia.
No solo eso. Tienes que estar presente en Instagram, Facebook, TikTok, Pinterest, Twitter o X , Linkedin y hasta YouTube, porque cada red tiene su propio algoritmo que hay que entender: cuándo publicar, qué tipo de contenido prioriza, qué hashtags usar y cuáles son los mejores horarios para alcanzar más audiencia. ¿Y quién organiza todo esto? Tú mismo, con un calendario de publicaciones que parece una obra maestra en sí .😄😅
¿Y después? Responde comentarios, da likes, comparte contenido… Básicamente, conviértete en tu propio community manager . ¿Fácil, no?
Lo peor llega cuando publicas esa obra maestra que tanto te costó terminar, y consigue... ¡10 likes! En el foro, con suerte, 5 "me gusta". Mientras tanto, un vídeo de tu gato saltando sobre la mesa del taller acumula 1.000, y ya no te cuento, si el gato se pone a bailar y cantar, entonces se hace viral. Y ahí empiezas a cuestionarte: ¿Estoy en el negocio equivocado? ¿Debería dedicarme a grabar gatos o a hacer memes para "memos" para acumular "me gusta"? 🐾🤪
Pero entonces recuerdas que hay influencers con cientos de miles de "me gusta" que no venden ni una escoba. Porque al final, los "me gusta" no pagan facturas ni valoran el esfuerzo real detrás de una obra. Lo que importa es que tu trabajo siga hablando por ti, incluso si el algoritmo no lo hace.
Porque al final, parece que ser artista ya no se trata solo de crear, sino de saber cómo hacer que te vean.
Vender una figura no es tan sencillo como decir: "Aquí está, cómprala" . Aprender a vender es otro mundo. No se trata solo de mostrar tu trabajo, sino de entender cómo funciona el mercado, qué busca el cliente y, lo más difícil, cómo transmitir el verdadero valor de lo que haces.
Para ello, te sumerges en un océano de libros, cursos y tutoriales en YouTube sobre estrategias de ventas, técnicas de negociación y cómo "conectar emocionalmente" con el comprador. Pasas horas tomando notas y probando consejos que, para ser sinceros, a veces no funcionan como esperabas.
Lo peor llega cuando te enfrentas a verdades incómodas: a menudo, lo que vende no es necesariamente lo más elaborado o detallado, sino aquello que tiene una buena historia o conecta emocionalmente con el público. O, simplemente, lo que vende es ser conocido y popular.
Y ahí estás, intentando equilibrar el arte de esculpir con el arte de vender, sin perder la cordura 🤪. Porque al final, de eso depende todo: poder pagar el próximo bloque de arcilla, la electricidad del taller y, por supuesto, la comida que te mantiene en pie para seguir creando. ¡Ah! Y se me olvidaba, pero a la Seguridad Social nunca se le olvida: el seguro de autónomos. Y, por supuesto, la parte de IVA e IRPF, que no perdonan ni una.
Porque, aunque la pasión por el arte es lo que te mueve, no se puede vivir solo de pasión. Cada figura vendida es un pequeño triunfo, un paso más para mantener vivo este sueño de ser escultor. Y nada de esto sería posible sin mis fieles clientes, que se convierten en auténticos mecenas al valorar y apoyar mi arte.
¿Alguna vez has pensado en todo lo que implica ponerle precio a una obra de arte? Si has podido ver una figura en una tienda, exposición o red social, ¿te has detenido a pensar en todo el esfuerzo que llevó hasta ese momento?
Ser escultor no es solo un arte; también implica gestionar un pequeño negocio . Y, claro, nada de esto te lo enseñaron en las clases de arte 😖. Calcular precios justos que incluyan materiales, horas de trabajo y un margen de beneficio razonable ya es todo un reto. Pero también tienes que lidiar con proveedores que suben los precios de la arcilla, las resinas o las pinturas, y preparar presupuestos detallados para esos proyectos personalizados que te piden.
Por si fuera poco, está el lado burocrático: aprender sobre facturación, impuestos, envíos y todo ese papeleo que parece infinito. ¿La solución? Más libros, más tutoriales en YouTube y más noches en vela aprendiendo "cómo ser tu propio jefe" . 😅
Entonces te preguntas: ¿Por qué no contraté a alguien para que se ocupe de esto? Pero claro, luego recuerdas que externalizar estas tareas tiene un costo que puede ser abrumador : entre €30.000 y €70.000 iniciales para un plan de marketing y ventas completo que incluya branding, desarrollo web y estrategia digital. Y eso sin contar los gastos mensuales de €1.000 a €3.000 para mantenerlo. Sin olvidar la parte del gestor.
Así que aquí estás, haciéndolo todo por tu cuenta, como un polímata del Quattrocento (como Da Vinci) a lo moderno, aunque con más teclas digitales que tocar, más estrés, más tutoriales y cursos. Pero, al final,
¿Acaso hay otra forma de mantener viva tu pasión por la escultura y seguir creando sin dejarte un riñón por el camino?
Ser escultor significa que tienes que ser un maestro del tiempo… ⏳ o al menos intentarlo. 😄 Aquí no se trata solo de modelar figuras y pintar tus creaciones con calma, sino de coordinar mil cosas a la vez: organizar un plan de marketing y ventas que incluya branding, desarrollo web y estrategia digital; filmar mientras trabajas; responder correos; planificar pedidos; publicar en redes sociales; aprender nuevas técnicas… ¡y no olvidemos el desarrollo personal, que mentalmente es lo más importante para seguir adelante!
Y claro, entre todo eso, también necesitas encontrar tiempo para realmente esculpir. Porque, spoiler: ¡procrastinar no funciona!
El problema es que el día sigue teniendo solo 24 horas. Por más que optimices, algo siempre se queda fuera: o trabajas más allá de lo razonable y sacrificas tu descanso, o dejas una tarea pendiente para mañana (que probablemente también será un día caótico).
Y en medio de todo este caos, te preguntas si algún día dominarás el arte de la organización... o si simplemente necesitas un clon para sobrevivir.
Hoy en día no basta con ser bueno en lo que haces ; también tienes que construir una marca personal. Tus figuras de Belén, personajes históricos y etnográficos no solo deben destacarse por su calidad, sino también por un estilo único que, con suerte, alguien pueda reconocer al instante y decir: "Eso es obra de Emili Solé".
Y aquí entran en juego mis esculturas modeladas completamente en 3D. Seamos claros: en arcilla, enteladas o madera, ya hay muchos artesanos talentosos. Pero en 3D, que yo sepa, somos solo tres escultores, o al menos somos los tres que presentamos nuestras obras en la Feria de Alcobendas este año.
Para lograr esa identidad única, tienes que crear algo que encaje dentro de tu visión y que transmita lo que eres como artista. Esto incluye tu estilo compositivo, tu huella o impronta digital, y los colores que definan tu marca. Además, hay que establecer estilos claros de fotografía y filmación, planificar tipos de contenido, y hasta decidir el tono con el que te comunicas en redes. Todo cuenta.
Lo peor es que, mientras intentas perfeccionar tu branding, surgen dilemas como: '¿Estoy siendo demasiado formal?' o ¿Debería usar más emojis en los posts?. Porque, al final, construir tu identidad no solo significa hablar de tu trabajo, sino asegurarte de que esa identidad hable por ti en cada aspecto.
Y ahí estás, debatiéndote entre crear arte y construir una identidad que no solo hable por ti, sino que también venda. Porque, al final, sin branding, es como si nadie supiera que existes .
La producción es el corazón de tu trabajo como escultor, pero también el mayor desafío. Modelar figuras de Belén, personajes históricos o etnográficos no es solo un acto creativo, sino un proceso que implica horas, o incluso días, de concentración y detalle. Cada figura debe ser como un documental escultórico, capturando no solo la esencia de la pieza, sino también su historia y autenticidad en cada paso del proceso.
Aquí no se permite fallar, la crítica es implacable. 😊 Y, si todo esto no fuera suficiente, luego llega otro desafío: cómo mostrar al mundo lo que tanto te ha costado crear.
Si alguna vez te has preguntado cómo cobra vida una figura de Belén, aquí tienes un vistazo al proceso de pintura, donde cada detalle es esencial para transmitir la esencia de la obra.
Aprender a fotografiar tus obras es casi tan importante como esculpirlas. Una figura puede ser espectacular en persona, pero si la foto no transmite su detalle, textura, acabado y color, es como si no existiera. Así que, además de escultor, tienes que convertirte en fotógrafo : buscar el ángulo perfecto, la luz adecuada y un fondo que no distraiga, todo para captar la esencia de tu obra. (Por esto, en el video llevo guantes y una bata de color negro. La cámara se empeñaba en enfocar mis manos en vez de la figura.)
Pero, claro, no tienes un estudio profesional, así que improvisas. Colocas la figura junto a la ventana, usas una lámpara casera y rezas para que no aparezcan sombras raras. Luego vienen las ediciones, porque ninguna foto sale perfecta. Pasas más tiempo ajustando brillo y contraste que esculpiendo.
Y, a veces, sin mala intención, algún belenista o forero sube una foto tomada con el móvil a toda prisa por la emoción de compartir lo que ve y ¡zasca! Te ha fastidiado tu figura. Fotos quemadas, sobresaturadas o expuestas, con saturaciones de color exageradas que no reflejan en absoluto la esencia de la obra.
No hace falta recordar que existe una ley de protección intelectual que defiende estas situaciones y que, como artistas, tenemos derecho a que nuestra obra se represente de la manera correcta, respetando su esencia y calidad. Pero más allá de las leyes, ¿no deberíamos, como comunidad, esforzarnos por valorar y preservar la imagen auténtica del trabajo artístico?
Todo este esfuerzo para que, al final, las fotos luzcan como deben en tu portafolio y redes sociales. Porque, al final, si la foto no enamora 😍, nadie pedirá la figura o valorará tu trabajo.
¿Crees que no es importante el portafolio del artista para mostrar y así poder vender su obra?
Participar en eventos y exposiciones parece una gran oportunidad para mostrar tu trabajo... hasta que te das cuenta de todo lo que implica. Primero, tienes que seleccionar qué piezas llevar, asegurarte de que estén impecables, embalar todo con extremo cuidado y transportarlo sin que nada se dañe. Porque, si algo se rompe, toca improvisar un arreglo en el lugar, con los nervios a flor de piel.
Luego, llega el montaje. Pasas horas organizando tus figuras para que se vean atractivas y equilibradas, mientras intentas mantener la calma entre cables, luces, y algún expositor entrometido que suelta: "¿Seguro que esa figura debería estar ahí?"
Y, por fin, el evento comienza. Debes estar preparado para responder preguntas, conectar con posibles compradores y, sí, aguantar comentarios inesperados como: "¿De qué están hechas?" Tú respondes: "De resina, modeladas en 3D" , y entonces escuchas: "¡Va! No me interesan, yo solo quiero las de arcilla." Como si las obras artísticas dependieran únicamente del material en el que están realizadas para ser consideradas arte. ¡Absurdo!
O peor aún, quien comenta: "¿Está hecha en 3D? Eso se realiza solo apretando un botón, ¿no?" Como si detrás de cada figura no hubiera horas de trabajo, aprendizaje y creatividad, sino un truco mágico. Y respiras hondo, porque sabes que detrás de cada pieza hay un esfuerzo titánico que ellos no ven ni imaginan.
Eso sí, cuando alguien admira tu trabajo con genuino interés, todo el esfuerzo parece valer la pena. Pero no puedes evitar pensar en todo lo que tendrás que recoger al final, agotado, mientras intentas convencerte de que participar fue una buena idea.
Estar al día con las tendencias y entender el mercado es otro desafío. Descubrir qué buscan los coleccionistas, belenistas o aficionados a las figuras de Belén, históricas o etnográficas no siempre es evidente. Adaptarte a sus intereses puede parecer contradictorio cuando quieres mantener tu propio estilo, pero para mí, es parte del equilibrio que define ser escultor.
No me conformo con seguir la corriente. Intentar encontrar lo que no existe en el mercado, investigar qué falla en el belenismo o en los personajes históricos, es un reto que me he impuesto como parte de mi proceso creativo. Me gusta el desafío, la renovación y, sobre todo, la innovación tecnológica.
Porque esta es mi marca personal: encontrar el equilibrio entre tradición e innovación, entre lo que buscan los demás y lo que quiero expresar. Y aunque tal vez pueda contar con los dedos de mis manos a los foreros belenistas que han confiado en mi trabajo, su apoyo tiene un valor inmenso . Cada uno de ellos ha apostado por mi visión, confiado en mi esfuerzo y permitido que cada figura no solo cobre vida, sino que también encuentre un hogar donde será apreciada .
Y, al final, no hay mayor satisfacción que saber que mi trabajo y mi dedicación son valorados por quienes entienden y comparten esta pasión. Ellos no solo apoyan mi trabajo, sino que también lo elevan, ayudándome a seguir creando y creyendo en mi visión. Por eso, a cada uno de ellos, les digo: ¡Muchas gracias!
A quienes aún no han confiado en mi arte, les agradezco también , porque su curiosidad, sus dudas o incluso sus críticas me motivan a seguir mejorando, rectificando y mostrando lo que puedo ofrecer.
Como has podido leer, el camino del arte nunca es sencillo, pero está lleno de lecciones, oportunidades y personas que dejan una huella. Espero que el próximo año siga siendo un espacio para crecer, conectar y, sobre todo, crear. Que cada figura que nace en mis manos siga encontrando un hogar donde sea apreciada.
¡Feliz Navidad a todos!
Y para terminar, quiero compartir con vosotros una de mis creaciones más queridas: un nacimiento de estilo
popular
hebreo. Que estas imágenes os transmitan el amor y la dedicación que pongo en cada figura.
Además, me llena de alegría saber que este nacimiento ya forma parte de la Navidad en el hogar de un forero, compartiendo su esencia y significado estas fiestas.
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