Buenas tardes.
Artículo aparecido en el número 7 de la revista Anfora diciembre de 2001.
En cada casa un nacimiento......
AL AMOR DE LA LUMBRE
Como un remanso de paa en este agitado tiempo que nos ha tocado vivir, cada año, con la llegada del
mes de diciembre se produce, por todos los rincones de nuestro país, el feliz reencuentro con la entrañable
costumbre de la instalación del pesebre, belenes o nacimientos, cada uno con su peculiar estilo según el
lugar, pero con la finalidad esencial de conmemorar el acontecimiento que marcó la historia de la humanidad
y que no es otro que el nacimiento en la pequeña aldea de Belén de Judá, del Hijo de Dios.
Así viene siendo desde la noche de los tiempos, como lo corraboran testimonios tales como el más antiguo
de los textos navideños conocidos conservados, la antifona "Hodie Cantadus" de Tutilón de San Galo; y así
permanece la tradición, recobrada y fortalecida tras unos años en que, como la irrupción en nuestra sociedad
de manifestaciones foráneas, llegó a temerse incluso por la desaparición de esta piadosa costumbre, cuyos
origines situán algunos estudiosos en la iglesia de loss Padres Jesuitas de Praga, en el año 1562, seguidos
pocos años más tarde - en 1567- en la casa de la duquesa de Amalfi, en lo que podría considerarse el primer
belén familiar y que en lo que a España se refiere parece tener el primer testimonio documentado en la iglesia
de los Teatinos de Barcelona en 1666.
Con la representación plástica del nacimiento de Jesús en templos y hogares; promovidos por instituciones
o por la espontaánea iniciativa particular; a la que sumarían la mestría de su arte, en su época, imagineros
como La Roldana o José Risueño; Francisco Salcillo, Pedro Duque Cornejo o Ramón Amadeu, por citar tan
solo algunos de los más representativos y de la que a lo largo y ancho de la geografía hispana existen
magníficas obras como los nacimientos de Salcillo, sin duda el prototipo de todos ellos, o los de la Catedral
de Léon, el Hospital Provincial de Palma de Mallorca, la iglesia parrocal de Melgar en Burgos o el convento
de las Agustinas Recoletas de Salamanca; y el llamado Belén del Principe, que Carlos III hiciera traer desde
la fábrica italiana de Capodimonte para su hijo, que posteriormente reinaría como Carlos IV o la maravillosa
montaña de coral del Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, entre otros, se ha querido recrear
siempre el sublime instante de la venida de Jesús al mundo, teniendo como testigos a unos humildes pastores
mientras los ángeles enviaban su mensaje de paz en la tierra a los hombres de buena voluntad
Y en esta hermosa tarea de preservar la tradición que hasta nosotros, según los testimonios trajeran los padres
Franciscanos, que duda cabe que las asociaciones de belenistas o pesebristas, cuántos en ella se integran,
quienes se afanan, año tras año, en crear auténticas obras de arte para representar el Nacimiento del Hijo de
Dios, sacando del viejo arcón o de un rincón del armario las figuritas de barro que celosamente conservan , de
padres a hijos, como un legado precioso, son los artífices auténticos de que hoy como ayer se siga produciendo
el milagro de unir las familias al amor de la lumbre , de ese calor humano que acerca e igualas, que abre los
corazones y que predispone al entendimiento entre todos los seres, sea cual sea su condición y procedencia.
Con la sencilla tarea de montar el pesebre, el belén o el nacimiento , cuando se coloca el tablero o se habilita
un lugar sobre el aparador con la misma finalidad, al extender el serrín o crear mágicas montañas con papel
encolado con corcho, al poner papel plateado como si fuera el agua del río o el cristal transparente con idéntico
fin , al ir repartiendo las figuras por la efímera geografía creada en un mínimo espacio, no solo se está produciendo
un auténtico trabajo artístico , que eso dependerá de las más o menos depurada técnica belenista del autor,
siempre valioso en todo caso, sino que está propiciando el clima adecuado para que pueda erradicarse de entre
nosotros, el odio, la violencia y la injusticia
Eso es verdaderamente la importancia de la tarea que vienen llevando a cabo en Cataluña o en las Canarias, en
Andalucía o en las dos Castillas, en el País Vasco o en Galicia, en Baleares o en Extremadura ....en todos los
rincones de España, en suma, las Asociaciones que promueven y fomentan la piadosa tradición del pesebre,
belén o nacimiento, quienes en está época del año se convierten, con sus públicas o domésticas representaciones
en heraldos de buena voluntad, cuyo ejemplo debería prender y permanecer todo el año.
(belen_catedral_ LeeÃn.jpg) (belen_catedral_ LeeÃn2.jpg) (Bellln_coral_ descalzas reales de Madrid.jpg) (Capilla del hospital provincial de Palma de Mallorca.jpg) (reyes-magos-belen-salzillo.jpg) (Bellln del Principe_palacio real de Madrid.jpg) (Belen de las agustinas recoletas de Salamanca.jpg) Adjuntos
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