No, si ya lo sé, Rimundin. Debido a las limitaciones de espacio, nos vemos obligados a hacer los puentes demasiado cortos y, así, la pendiente se vuelve mucha más pronunciada de lo que sería lógico. Creo que nadie escapa a eso.
Quizás rebajando un poco el arco quede algo más real. O, ya que es peatonal, poniéndole unos escalones largos al puente.
En cuanto a lo de invitar a mi Matriarca a una copichuela, ya se invita ella misma, hijo. No es que sea la parrala, no. Pero el otro día (después de varios meses), recordé que tenía whisky en casa y quise tomarme una copita. Me encontré la botella vacía y mi madre haciéndose la desentendida. Nu hay derecho!!!