Quien me conoce sabe que soy un enamorado de la espuma de poliuretano, su único inconveniente es el precio, ya que cada bote cuesta unos 4 euros, pero bien utilizada podemos cubrir más de un metro cuadrado.
Su principal ventaja es que no pesa, se puede modelar fácilmente y sobre todo podemos reutilizar los trozos de montañas, rocas, caminos... año tras año (como si se tratara de corcho natural), pero con la ventaja de que podemos darle la textura que queramos.
Os advierto que al principio no resulta nada fácil, además hay que protegerse con guantes, ya que si nos ensuciamos hay que limpiarse cuanto antes con acetona, ya que una vez endurece (de 5 a 10 minutos) hay que rascar o lijar para quitársela.
Pero cuando la controléis veréis que se pueden hacer maravillas. Para su aplicación existen diferentes técnicas:
Aplicarla directamente al porexpán modelado para rocas, montañas, caminos, para darle textura (como si fuera escayola).
Sacar una copia de una gran piedra. Yo suelo realizarlo para obtener planchas de un metro cuadrado -aprox.- y las utilizo como paredes de cueva, o montañas en la lejanía.
Para la reproducción de muros de piedra o empedrados de calles. En este caso debemos disponer previamente de un molde de silicona (más adelante os dire cómo realizarlos). Y símplemente hay que rellenar el molde, esperar 3 ó 4 minutos a que endurezca un poco y presionar la espuma con los dedos, remarcando la textura grabada en el molde.
Si utilizáis lavavajillas en el agua para modelar la espuma, se obtiene una textura muy porosa, que queda perfecta para el cauce del río o zonas húmedas.
Para lograr una textura más fina es prefereible utilizar detergente en polvo o jabón líquido.
Bueno si tenéis alguna duda, preguntar sin reparos.
En mi albún de fotos veréis el resultado de mis trabajos. También he puesto cómo realizar una copia de una gran piedra.