Desde el Foro quería enviar una oración por el Juan Pablo II, que ya nos deja y se va al encuentro del Padre. Un amante de los belenes sin duda, y el Papa que proclamó a San Francisco de Asís como patrón de los belenistas.
No sé si será la Oración más apropiada, pero es la que me sale del Alma en este momento, y así la expreso:
En este Mundo, de adoración al becerro de oro del Consumo y el Despilfarro, en que nos ha tocado vivir.
En que se propone como Medio, casi siempre el camino más fácil, importando casi nunca los Principios ni la Persona.
En el que la Imagen parece que lo es todo, sin importar lo que llevamos Dentro.
En el que muchos nos olvidamos, de que millones de personas, viven su Infierno en esta Tierra nuestra, que estamos irresponsable e insolidariamente destruyendo. Y lo viven, abandonados y en la más terrible de las Injusticias y las Miserias.
Nuestro Papa Juan Pablo II, ha sido y es, un Modelo de Cristiano.
Un magnífico Propangadista de la Fé en Cristo.
Un ejemplo de Fé, Abnegación, Fortaleza y Amor ante la Dificultad.
Unámonos en ésa Oración que pide Íñigo, y en la Gran Pena que nos produce ver cómo se apaga su Vida Terrenal.
Y pidámosle al Papa desde ya, que cuando llegue Arriba, nos Guíe y Reconforte a los que seguimos Aquí, tratando de ser cada día un poquito mejores, aunque a veces no lo conseguimos. Mostrando a los demás nuestra Alegría de vivir como Cristianos, a través del Amor, como nos enseñó Jesús.
Me uno a todos en el Dolor que estamos sufiendo. Pero también en la Esperanza de nuestra Fé en Dios.
Os paso un fragmento de una de sus alocuciones de adviento en que habla del belén. Hay muchas más pero esta era cortita, bonita y fácil de traducir:
Mi compiaccio sinceramente con voi per questa suggestiva cerimonia, che con la sua forza evocatrice, richiama alla nostra mente la scena umana e divina del presepio, il quale, dal tempo della sua prima rappresentazione, fatta, come è noto, da San Francesco a Greccio nella notte di Natale del 1223, non ha mai cessato e non cessa, con le sue più varie tradizioni ricche di arte, di poesia e di folklore, di avvincere il sentimento popolare e la pietà cristiana.
16/12/1979
Me complazco sinceramente con vosotros por esta sugestiva ceremonia, que con su fuerza evocadora, reclama a nuestra mente la escena humana y divina del belén, el cual, desde los tiempos de su primera representación, hecha, como es sabido por San Francisco en Greccio en la noche de Navidad de 1223, no ha cesado nunca y no cesa, con sus mas variadas tradiciones ricas de arte, de poesía y de folclore, de apasionar el sentimiento popular y la piedad cristiana.
¡Hermanos y hermanas! ¡No tengáis miedo de recibir a Cristo y de aceptar su potestad! ¡Ayudad al Papa y a todos los que quieran servir a Cristo y, con la potestad de Cristo, servir al hombre y a toda la humanidad! ¡No tengáis miedo! ¡Abrid, abrid de par en par, las puertas a Cristo! A su salvadora potestad abrid los confines de los Estados, los sistemas económicos al igual que los políticos, los amplios campos de cultura, de civilización, de desarrollo. ¡No tengáis miedo! Cristo sabe lo que hay dentro del hombre. ¡Sólo Él lo sabe!
Quedó tan grabado en nuestros corazones, siempre que veo sus fotografías o leo sobre él, me dan dos sentimientos: tristeza y alegría, por un lado lo hecho de menos muchísimo, pero por otro sé que nos mira desde el cielo. ¡Cuanto te amamos santo Padre! Juan Pablo II, ruega por nosotros!