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El Belén, escuela de amor.

Páginas: 1
 
José David

Posts: 2
Ubicación: La Línea de la Concepción
28/10/2020 00:01


Pastorcillo

Posts: 2

Ubicación: La Línea de la Concepción
Hace unos años escribí esta reflexión sobre el Portal de Belén, su significado y algo sobre su historia.
Hoy que me estreno en este foro, lo comparto con ustedes.

Todo apunta que fue San Francisco de Asís en el siglo XIII, quien por vez primera recrease la escena de la Natividad en Greccio, Italia. Colocó heno en un pesebre, arropó la imagen del niño en su interior, e hizo traer un buey y un pequeño asno. De esta manera tan sencilla, comenzaba a gestarse, la bella tradición del “Portal de Belén”
Aún así, se tienen datos que nos indican que las primeras representaciones pictóricas, provienen del siglo II, concretamente de una escena en la Catacumba de Santa Priscila. En otras catacumbas de los siglos III y IV, se pueden apreciar escenas que se han identificado con la Epifanía del Señor.

De la mano de Santa Clara pasó a representarse la escena en los conventos de la orden, extendiendo la costumbre por todos los territorios donde franciscanos y clarisas tenían presencia.
A finales del siglo XIII, cincuenta años después de aquel “primer belén” de San Francisco, el papa Nicolás IV, encarga una representación escultórica de la escena de la Natividad, a Arnolfo di Cambio, la cual se encuentra en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, en otro tiempo denominada también como “Santa María ad Praesepem”, ya que desde muy antiguo se custodia en aquel templo, lo que se cree ser, una reliquia del pesebre donde fue acostado Jesús.
Con el Renacimiento, los templos del mundo comienzan a adoptar la tradición de representar el pasaje bíblico de la Natividad. De estos años se conservan muestras en Mallorca y Sevilla.

De la mano de Carlos III, el Nacimiento se generaliza y oficializa como tradición en España, instalando el “Belén del Príncipe” en el Palacio Real, parte del cual, fue traído desde Nápoles.
El Nuevo Mundo, recibe esta hermosa costumbre llevada por misioneros y legisladores.

En España, grandes escultores como Martínez Montañés, Juan de Mesa, Luisa Roldán, José Esteve Bonet, José Risueño, Pedro Duque Cornejo, Eugenio Gutiérrez de Torices, Francisco Salzillo…,aportan maestría y belleza a la elaboración del portal de belén, ya fuesen realizados para retablos y catedrales, como para la familia real.

De un pobre establo en Belén, a una gruta en Greccio. De los conventos, a las catedrales. De las catedrales a los palacios y de las nobles residencias, la costumbre de “montar el belén”, se expande a todos los hogares, ricos y pobres.
De madera y de papel, de barro o de plata, de tela, de plástico, de cartón, metal, cristal, cera, yeso, hierro, hielo…de mil y una forma, de todos los materiales, de todos los estilo y de todos los precios, el Portal de Belén, llega a todos, desde la más noble casa, hasta la de los más pobres.

Era el momento de montar el Portal de Belén, en el que los más pequeños de la casa, oían por vez primera la historia del nacimiento de Jesús. La Virgen, el ángel, los pastores, la estrella, los reyes…La cosa era sencilla, surgía de manera natural.
No era cuestión de ser más o menos creyentes, era sencillamente una liturgia familiar de transmisión de valores, recuerdos de infancia...

La cosa consistía en tradición, herederos de una costumbre que hablaba de amor, acogida, sencillez…
Casi todos, hemos nacido y crecido con un Belén en el aparador de nuestros salones. Cielos de papel, montañas de corcho, ríos de papel aluminio, bombillas de colores y figuras de plástico…
Belenes donde todos cabían: ángeles y Herodes, pastores y romanos, reyes y pobres, blancos y negros, figuras de barro cocido, figuras de plástico desgastadas, rostros perfectamente dibujados, otros sin embargo aparecían ya borrados. Belenes donde había cabida para superhéroes o personajes infantiles…En más de uno he visto a “Dora la exploradora”, al ratón Mickey o algún que otro pitufo.

Belenes anacrónicos con personajes de otros tiempos, animales aún por conocer ¡o incluso prohibidos! (No me veo yo a los pastores, de matanzas por San Martín)
En un Portal de Belén, toda buena voluntad es bienvenida, no existe exclusión, no existe bandera ni política.
Belenes en Israel, Italia, España, América, África, la Antártida…Belenes de todas las etnias, indígenas, orientales, Napolitanos y minimalistas…

Contemplar cómo esta sencilla tradición, comenzada por San Francisco se ha expandido por todos los rincones del mundo, me hace pensar seriamente, como pueden existir personas, que la escena de un Nacimiento, lo considere algo “excluyente”.
Excluyente, cuando el Niño que duerme en el pesebre, ha reunido a reyes y pastores, a galileos y a los de Oriente, justos y pecadores, incrédulos y creyentes…

Ya lo llamemos Belén, Nacimiento, Posada, Establo…la escena de la Natividad, es sinónimo de unión, de familia, de amor, de tradición…jamás ha de ser utilizado como emblema de una contra política que quiere hacer desaparecer todo aquello que les sea molesto, o que identifiquen con otros tiempos.
El Portal de Belén, es un elemento que decora e ilumina la Navidad en todos los continentes, en unos países tiene más fuerza que en otros, pero presente en todos.
Me cuesta entender, que existan corrientes, que apuesten por la prohibición y eliminación de este elemento de nuestras costumbres y tradiciones.

Gran paradoja, ya que quien piensa en prohibir, está excluyendo.
Si desaparece el Belén, las luces no tienen sentido, ni los árboles, ni las bolas, las estrellas, los regalos, los villancicos, los dulces, las velas, las cenas, cabalgatas, compras, los adornos, las vacaciones…Si arrancamos la raíz, el árbol se muere.
No dejemos que modas, corrientes y discursos sin base, intenten convertir este símbolo tan bello y sencillo, en algo molesto, en algo excluyente.
La tradición de Belén, nos enseña a tender la mano, a dar posada a quien lo necesita, venga de donde venga, crea en lo que crea…

El Portal de Belén, para adultos y niños, ha de ser un aprendizaje de vida a través del cual, descubrimos que tras la pobreza, tras la falta de recursos, tras la miseria de un establo, puede brillar la esperanza de una vida, una nueva oportunidad, la grandeza de tantas personas que sus situaciones económicas no les permiten salir adelante y esperan con ansiedad, la ofrenda de unos Magos de Oriente.

Los ángeles de Belén, nos enseñan a ser comunicadores de la Buena Noticia, personas transmisoras de alegría, positividad, buenos deseos…
En la visión del Nacimiento, aprendemos a darnos a los demás, porque vemos como los más pobres pastores, no tienen remiendo en dar lo que tienen para socorrer a la familia desvalida, que ha tenido que refugiarse entre las bestias de un establo.
Un Portal de Belén, es una ESCUELA DE AMOR, hazle un rincón en tú hogar, escuela, trabajo…

José David Muñoz Oliva.
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