Como tantos jóvenes, el pasado año, mi hija mayor junto a su novio buscaron lejos de su tierra, lo que en ella se le niega y, así tomaron rumbo a Alemania donde a Dios gracias y a la buena gente que conocieron en el Centro de España de la ciudad que eligieron como destino, pudieron encontrar ese deseado trabajo, ambos, que les ayudara a empezar esa extraña nueva vida en tierras desconocidas, con lengua distintas y formas de vida muy distinta a la nuestra.
Es por ello que decidí hacerles a estas encantadoras personas, emigrantes de los años 60 la mayoría, un diorama que representara algo rociero, ya que la señora que junto a su marido gestiona aquella Casa de España, aún siendo asturiana y el marido sevillano, sentía pasión por la Virgen del Rocío.
Y así lo hice y pude tener la ocasión de entregárselo y pasar unos ratos agradables con todos ellos, junto a mi hija, mi yerno, mi esposa y mi hija menor.
Aquí os dejo un breve resumen de aquél rato y de aquél diorama, hecho con todo el cariño y agradecimiento que un padre y un suegro puede dar a aquellas personas que son capaces de ayudar a los tuyos y emocionarse con estos detalles y recuerdos de sus tierras.
(DSC_1268.JPG) (12662489_10205297952909100_7417242654093825572_n.jpg) (DSC_0262.JPG) (DSC_1305.JPG) (12647464_10205297953069104_1305598199715142214_n.jpg) Adjuntos
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