Que nos dice Amades en
El Pessebre
(1935) en el capítulo VII de Las figuras :
La hilandera
. No se entendería un pesebre popular sin la mujer que hila. Generalmente se la representa sentada y con la rueca en la mano, muy a menudo en la derecha, y se la hace hilar con la izquierda, trabajo que se hace al contrario si la hilandera no es zurda. Simula ser una ancianita con un pañuelo en la cabeza. A veces se le hace sostener un hilo con la mano contraria a la de la rueca, y en el extremo del hilo se cuelga una bolita de barro de forma alargada que simula ser el huso. En la mayoría de figuras, este detalle se omite. La rueca está hecha con una bolita de alambre o con un tronquito en la cima del cual se coloca un copito de algodón que simula ser la lana que hila. En el conjunto del pesebre, se la suele situar al pie de la puerta de la masía o del edificio principal después de la cueva. A su lado se colocaban el gato, el perro y unas cuantas gallinas para dar a entender que, mientras hilaba, cuidaba de la casa y de las aves de corral, como solían hacer las campesinas. La hilandera viene a encarnar el sentido del trabajo de nuestra gente y la laboriosidad tradicional de nuestro pueblo. La anciana, cuando ya no tiene fuerzas o ánimo para hacer un trabajo delicado, hila, para no estar inactiva, y en el pesebre debe figurar ineludiblemente la hilandera, que guarda y vigila la casa moral y materialmente con el sentido y la emoción de su trabajo, que nuestro pueblo tiene tan arraigado, que incluso hace hilar a la Virgen María, como signo de buena ama de casa, condición que no podía faltar en la madre del Niño Jesús. La hilandera también se encuentra en Provenza (³) y en Portugal (⁴) (fig. 241).
[Traducción general: con Google, Meta y matización propia, particular: diccionario de la lengua catalana del Institut d'Estudis Catalans y matización propia]
Ilustración de la figura en camino del
El Pessebre
Adjuntos
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