Ayer visité el belén de la Hermandad de la Humildad y la Caridad de Montilla y me quedé alucinado, nunca había visto nada igual. Este belén no se puede apreciar en foto, hay que ir a verlo. La cantidad de pequeños detalles que tiene, la perspectiva está muy cuidada, la niebla sube de los edificios al amanecer, hay rayos, sonidos de la tormenta, el gallo canta al amanecer, todo en perfecta sincronía. Es que hasta las sombras parecen que se mueven. Una cosa que me puso los pelos de punta fue en un momento en el que sólo el portal se ilumina al ritmo de la música. Ya digo, no se puede describir hay que estar allí.
Si tenéis ocasión ir a verlo, os lo recomiendo. Yo vivo a casi 300 km de Montilla, pero la próxima semana pienso llevar a toda la familia y ver éste y el resto de belenes que no pude ver.
Mis felicitaciones al Autor por haber creado esta maravilla de belén.