Sí señor, maravilla de cartel. Cuando lo destaparon más de una lagrimilla se escapó recordando en la cara de esos niños la ilusión de los Reyes Magos, del olor a serrín, de la emoción al sacar del papel de periódico las figuras que guardábamos de un año para otro. Ilusión que estos tiempos de prisa, materialismo consumista y deshumanización intentan destruir, pero ahí está Él que todo lo puede, el que vino hace 2010 años y vuelve cada Navidad a nuestros corazones para demostrar que otro mundo es posible. Gracias, gracias por este cartel que llega muy adentro.
Y por cierto, el anagrama de la Asoc. Belenista que aparece en el cartel es una maravilla, y el autor nos lo ha cedido gentilmente.